Casus Belli – Reseña


María Victoria Baratta, La guerra del Paraguay y la construcción de la identidad nacional,

Buenos Aires, SB Editorial, 2019, 204 pp. ISBN: 9789874434562.

 

Maximiliano Britos
Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr Emilio Ravignani”
Universidad de Buenos Aires - CONICET

 

“Las guerras más cruentas son difíciles de explicar”, señala María Victoria Baratta sobre la guerra del Paraguay (1864-1870), conflicto que se convirtió en uno de los hechos más discutidos dentro de la historiografía argentina, especialmente, por el debate entre la mirada mitrista y la corriente revisionista de los 70 respecto a sus causas y al rol de Argentina en ella. En los últimos 15 años se dio una renovación de estos estudios que han intentado superar aquel debate e incorporar nuevas miradas. Dentro de este nuevo marco aparece esta obra que propone indagar acerca de la incidencia de la guerra en el proceso de formación del Estado nacional. La conflagración deja de ser vista como un episodio transicional sujeto a interpretaciones propias de períodos anteriores o posteriores y se centra en ver las complejidades y múltiples miradas acerca de la nación que aparecen durante el conflicto.

Este libro funciona como una extensión de la tesis de doctorado de la autora, donde ha abordado el forjamiento de un concepto de la nación argentina en la cultura intelectual y en la prensa nacional, incorporando ahora al análisis las experiencias y representaciones realizadas por los soldados en el frente de batalla y la cobertura de la prensa en el interior del país. La tesis presentada en esta obra es que durante el conflicto con Paraguay se elaboraron múltiples miradas acerca de la nación, las cuales tenían en común un sentido de pertenencia a “una comunidad imaginada”,[1] en términos de Benedict Anderson, lo que se entiende como la superación de las identidades locales, ya que sus miembros reconocen formar parte de una unidad, a diferencia de otros Estados nacionales.

El eje que estructura el libro son los imaginarios y las representaciones de los actores involucrados desde el punto de vista argentino. En los distintos apartados, Baratta revela cómo se fueron construyendo estas imágenes mediante un riguroso estudio crítico de fuentes. Entre ellas, se incluyen editoriales e ilustraciones de periódicos nacionales y provinciales, libros y panfletos de figuras políticas; y lo más novedoso es la incorporación de crónicas, álbumes y testimonios de los soldados que retratan la convivencia en el campamento, un área poco explorada aun hoy en día.

El primer capítulo ofrece una reconstrucción descriptiva de las causas, características y dinámica de la guerra, estableciendo un contexto para los siguientes apartados. En “Una guerra para la Nación” Baratta señala y problematiza los distintos usos de los conceptos de nación e identidades que surgieron durante este período en Argentina. Para el gobierno significaba la posibilidad de encauzar su proyecto a escala nacional, para la prensa era la oportunidad de tener una causa que dejara la violencia partidaria en el pasado. Incluso, muestra el surgimiento de una identidad nacional “desde abajo” en los campamentos que funcionaron como espacios de sociabilidad entre soldados de distinta procedencia. Finalmente, la autora discute con el revisionismo la existencia de una identidad americana, señalando que rebeliones a las levas o el manifiesto de Felipe Varela se refieren más a la pervivencia de identidades locales opuestas al mitrismo.

Sobre Paraguay también se construyeron distintos imaginarios desde Argentina, como se demuestra en el tercer capítulo. La prensa, a través de sus ilustraciones y notas, mostraba a este territorio como un otro no civilizado bajo la tiranía de Solano López, lo que funcionó como un legitimador de la guerra como proyecto liberador y civilizatorio. También apareció la figura del “aparaguayado”, como un mote deslegitimador de quienes cuestionaron la guerra por parte del gobierno en el debate público. Por último, se señala que aquellas crónicas en las que los soldados argentinos destacan la valentía de los paraguayos deben ser matizadas, en tanto su difusión estuvo mayormente a cargo de opositores al conflicto.

En el capítulo 4 la autora indaga sobre cómo se legitimó la alianza con Brasil y las opiniones encontradas sobre este hecho. Según su evidencia, la prensa adaptó su imaginario del Brasil a la dinámica de las circunstancias, hasta llegar a posiciones cada vez más críticas respecto a su accionar. La fragilidad de la alianza en los hechos también se expresaba en las diferencias estratégicas entre la oficialidad brasileña y el mando de Mitre, al cual muchas veces no respondieron. Por último, se muestra que, en la convivencia entre soldados, las diferencias culturales ayudaron a contribuir a la afirmación de una propia identidad nacional argentina y brasileña respectivamente.

El último capítulo se refiere a Uruguay y a Inglaterra, dos actores cuyo rol en la guerra ha sido debatido. Respecto a Uruguay, la autora lo presenta como un “aliado simbólico” cuya política interior y exterior es víctima de los intereses de Brasil y de Argentina. En cuanto a Inglaterra, el “aliado oculto”, demuestra con pruebas que la tesis revisionista de que este país conspiró a favor de la guerra no puede sostenerse metodológica ni empíricamente, y que la fuerte presencia de este imaginario en el discurso público estuvo determinada por la influencia de la historiografía hispanista en el revisionismo y por la experiencia de la guerra de Malvinas.

De este libro se destaca su capacidad para lograr combinar la historia política y cultural, con un enfoque en los contextos discursivos, en los imaginarios y en las prácticas de la prensa, de distintas figuras del ámbito político e intelectual y también de los soldados del frente de batalla. La autora hace un valeroso aporte a la reconstrucción de la cultura de guerra, entendida por Becker y Audoin-Rouzeau[2] como el conjunto de prácticas e imaginarios que dan sentido a la guerra y del cual muestra que emerge la nación como una identidad de pertenencia.

Uno de los aspectos que podría haberse ampliado es la discusión con el revisionismo, incorporando autores actuales de esta corriente al debate historiográfico. Más allá de esto, la investigación posee la virtud de funcionar como una invitación a los historiadores para profundizar sobre la guerra del Paraguay desde nuevas perspectivas, como también una muestra de un trabajo que logra sintetizar de manera muy precisa un amplio acervo de fuentes abordado de manera crítica y contextualizada.

 

 


1 B. ANDERSON. Comunidades imaginadas: reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica, 1993.

2 A. BECKER; S. AUDOIN-ROUZEAU. “Le corps dans la Première Guerre mondiale”, Annales, Histoire, Sciences Sociales 55, 1, 2000. pp. 43-45.