Casus Belli – Reseña


Timothy E. Winergard. The Mosqsuito. A Human History of our Deadliest Predator. New York: Dutton, 2019, 496 pp. ISBN: 9781524743437.

Nicolás Fernán Rey

Universidad del Salvador

 

Las enfermedades, a lo largo de la historia del hombre, lo acompañaron a este desde su expansión inicial en el África hasta los distintos rincones del globo que fue conquistando; los restos fósiles hallados de los primeros seres del género Homo comprueban esto. Y muchos años después, cuando las sociedades pudieron establecer (y legarnos) sus conocimientos a través de la escritura, encontramos señales de las enfermedades y epidemias que aquejaron a aquellos pueblos: los jeroglíficos egipcios, por ejemplo, muestran como la polio dejó marcas de por vida en los habitantes del valle del Nilo. De esta manera, diferentes tipos de virus, bacterias, parásitos y vectores componen una parte de la historia del hombre. Este sufrió las enfermedades, pero también sacó ventajas de ellas consciente o inconscientemente de saber de dónde venían y qué las causaba. Las guerras, que marcan el desarrollo y la caída de algunos procesos sociopolíticos que mueven a la historia, no estuvieron exentas de estas, sobre todo aquellas transmitidas por los mosquitos qué, según nos cuenta el autor en su libro, son los mayores genocidas de la historia de la humanidad y aún estamos en guerra con ellos.

El Dr. Timothy Winegard es un historiador canadiense que dicta clases de historia militar y política en la Universidad de Colorado Mesa y cuenta con un PhD en la Universidad de Oxford. Sus libros publicados son The First World Oil War, For King and Kanata: Canadian Indians and the First World War, Indigenous People of the British Dominions and the First World War y Oka: A Convergence of Culture and the Canadian Forces. Su especial interés por la Primera Guerra Mundial se debe a que su abuelo sirvió en la Royal Navy además de que el también lo hizo para las fuerzas canadienses y británicas. Sus otros temas recurrentes son los relacionados a los pueblos originarios de los dominios británicos y los de su país de origen. En su último trabajo, The Mosquito. A human history of our deadliest predator, narra desde una perspectiva macrohistórica cómo las enfermedades transmitidas por los mosquitos desarrollaron un rol crucial en diferentes hechos bélicos a lo largo de la historia como son las guerras, las conquistas y las expansiones imperialistas.

El libro está compuesto por 19 capítulos, además de su introducción y conclusión. El autor comienza presentando al artrópodo, al que le dedica el primer capítulo. El tercero, desde donde inicia su recorrido por la línea temporal histórica, está dedicado a las epidemias que azotaron a la Atenas clásica y posteriormente a los ejércitos macedónicos. Desde allí parte tratando temas como la caída de Roma, el Imperio Mongol y las Cruzadas. Es recién en el sexto capítulo donde toma una perspectiva de Historia Global y Marítima su trabajo cuando se explaya en el descubrimiento y conquista de América (trayendo la malaria al continente americano), la posterior expansión ultramarina de las potencias europeas y el tráfico de esclavos africanos desarrollado por estas (trayendo la fiebre amarilla). Este intercambio global transportó consigo mosquitos y enfermedades a regiones donde antes no estaban, produciendo eventos calamitosos en las sociedades que las sufrieron.

Los siguientes capítulos, el 11, el 12 y el 13, tratan sobre las guerras coloniales americanas, la revolución norteamericana y la emancipación de las colonias españolas y de Haití, donde los generales utilizaron sus conocimientos sobre las enfermedades endémicas transmitidas por los mosquitos para diezmar a las tropas enviadas por Napoleón. En el capítulo 15 se detiene en la Guerra Civil Norteamericana donde las enfermedades epidémicas que florecieron durante el conflicto precarizaron aún más la vida de las tropas. Esta cuestión es analizada a través de las memorias y cartas de los soldados, que reflejan el drama psicológico de los combatientes. Además, queda atestiguado el uso de los brotes endémicos de las ciudades del sur estadounidense por parte de los generales de la Unión para diezmar a las tropas enemigas confederadas. El capítulo 16 se dedica a repasar como fue el proceso imperialista norteamericano en Centroamérica y Filipinas, el cual estuvo hostigado constantemente por las enfermedades transmitidas por los mosquitos. El autor utiliza imágenes de publicaciones periódicas de la época para enriquecer su trabajo, mostrando como el tema de las epidemias rondaba en el imaginario popular.

Luego de analizar las contiendas de la Segunda Guerra Mundial en el capítulo 17 y de la promoción de insecticidas y vacunas en los países del Tercer Mundo en el 18, el autor se pregunta en el último apartado si el mosquito y las enfermedades que este insecto transmite están próximos a erradicarse. De esta manera retoma la afirmación que realiza apenas comienza el libro: “Aún estamos en guerra con el mosquito”, al cual acusa de haber terminado con la vida de alrededor de 500 millones de seres humanos a lo largo de la historia. Si bien el libro está enmarcado en lo que se conoce como Enviromental History, este anclaje teórico brilla en la conclusión: el calentamiento global producto, según el autor, de la emanación de los gases de efecto invernadero está llevando a las enfermedades tropicales y subtropicales a latitudes donde antes no se desarrollaban. Por ende, este contexto se suma a la pauperización de la población a causa de la pobreza y a la concentración de grandes masas en las ciudades, dándole alimento a los mosquitos.

Para concluir, se recomienda este libro a quienes estén interesados en una visión no solo militar de los procesos bélicos sino también en una donde prime también el rol del medioambiente y de las enfermedades en el desarrollo de los conflictos. Se encontrarán también las implicancias socioculturales que estos flagelos contribuyeron a desencadenar o a detener en distintos procesos históricos como los estragos generados en la psicología de sus protagonistas.