Casus Belli IV (2023), 31-68
Recibido: 11/7/2023 - Aceptado: 12/11/2023

 

Estados Unidos en la Segunda Guerra de Indochina y Vietnam.
Políticas de Defensa, Guerra Convencional y Modelos de Contrainsurgencia

Héctor Agustín Arrosio

Universidad Nacional de la Defensa

 

Resumen: La intervención de los EE. UU. en la denominada “Segunda Guerra de Indochina” (1950-1973) y su “americanización” en la Guerra de Vietnam, comprendió cinco administraciones: Truman, Eisenhower, Kennedy, Johnson y Nixon. El contexto y los paradigmas estratégicos estadounidenses para afrontar los desafíos de la Guerra Fría, las políticas de la Contención y sus manifestaciones regionales en el Sudeste Asiático y Vietnam están en la base de las decisiones y grados de la intervención. Los objetivos de este trabajo son sistematizar la relación entre tales paradigmas, las políticas de defensa conectadas a los mismos, la Represalia en Masa y la Respuesta Flexible (y dentro de esta última las estrategias de “Dos Guerras y Media” y “Una Guerra y Media”) con las modalidades de la intervención militar en Vietnam. El segundo objetivo es explorar las controversias de las operacionalizaciones de la intervención, como guerra convencional de estilo clásico “jominiano” y los modelos de contrainsurgencia, para responder al planteo de la Guerra de Liberación Nacional en la concepción nacional de Vietnam del Norte (República Democrática de Vietnam) como Guerra de Categoría 3. Las metodologías empleadas combinan la investigación cualitativa y el análisis de contenido, junto a la perspectiva estructural para el abordaje del estudio de un conflicto internacional con procesos complejos de violencia política. Los resultados permitieron fundamentar que las distintas administraciones estadounidenses justificaron la intervención y la escalada de los conflictos cuando dos diagnósticos estratégicos (1950 y 1954) revelaban una estrategia global combinada entre la URSS y China proyectándose sobre Eurasia y específicamente el Sudeste Asiático. Cuando el tercer diagnóstico (1969) manifestó un cambio crucial en la ecuación de la amenaza, dado el conflicto sino-soviético; que la insurgencia motorizada desde Moscú había sido derrotada en Malaya, Indonesia, Tailandia y Filipinas, y que en Vietnam no operaba la lógica de un “efecto dominó” sino un escenario de guerra civil vietnamita, los EEUU desescalaron y cesaron la intervención militar, en el contexto de una negociación diplomática clásica y directa.

Abstract: The intervention of the USA in the so-called “Second War of Indochina” (1950-1973) and its “Americanization” in the Vietnam War, included five administrations: Truman, Eisenhower, Kennedy, Johnson, and Nixon. The context and American strategic paradigms to confront the challenges of the Cold War, the Containment policies and their regional manifestations in Southeast Asia and Vietnam are at the basis of the decisions and degrees of intervention. The objective of this work is to systematize the relationship between such paradigms, defense policies connected to them, Mass Retaliation and Flexible Response (and within this finalizes the strategies of “Two and a Half Wars” and “One and a Half Wars”) with the modalities of military intervention in Vietnam. The second objective is to explore the controversies of the operationalizations of the intervention, as conventional war of classic “Jominian” style and counterinsurgency models, to respond to the proposal of The National Liberation War in the national conception of North Vietnam (Democratic Republic of Vietnam) as Category 3 War. The methodologies employed combine qualitative research and content analysis, along with structural perspective for approaching the study of an international conflict with complex processes of political violence. The results allowed us to establish that the different US administrations justified the intervention and escalation of the conflicts when two strategic diagnoses (1950 and 1954) revealed a strategy combined global economy between the USSR and China projecting itself over Eurasia and specifically the Southeast Asian. When the third diagnosis (1969) manifested a crucial change in the threat equation, given the Sino-Soviet conflict; that the motorized insurgency from Moscow had been defeated in Malaya, Indonesia, Thailand, and the Philippines, and that in Vietnam did not operate the logic of a “domino effect” but rather a scenario of civil war Vietnamese, the US de-escalated and ceased military intervention, in the context of a classic and direct diplomatic negotiation.

Keywords: Containment, Domino Theory, Flexible Response, Wars of National Liberation, Counterinsurgency, Conventional Warfare, Category 3 Warfare.

Palabras clave: Contención, Teoría del Dominó, Respuesta Flexible, Guerras de Liberación Nacional, Contrainsurgencia, Guerra Convencional, Guerra de Categoría 3.

 

 

1. Introducción

1.1. Presentación del tema y periodización

Entre 1950 y 1975 cuatro modelos de gran estrategia y políticas de defensa incidieron en las intervenciones de EE. UU. en Asia Oriental y el Sudeste Asiático. Las políticas de la Contención [1] y sus instrumentaciones estratégicas en la confrontación global contra la URSS fueron el denominador común de dichos modelos.

El primer modelo se implementó en el período de 1947 a 1954 y combinó las primeras políticas de la Contención con la reestructuración del gasto federal en el sector del presupuesto de Defensa contenido en el documento NSC-68.

El segundo modelo, instrumentado entre 1954 y 1960, que puede denominarse como de Contención con Represalia en Masa, implicó una continuidad en la política de organización de alianzas y estrategias de contrafuerza en las tierras borde de Eurasia, principalmente el Sudeste Asiático, con una nueva reestructuración y limitación al incremento en el presupuesto de Defensa. El centro de gravedad de los mayores gastos fue puesto en las Fuerzas de Retaliación Nuclear, quedando relegados los presupuestos de las fuerzas y capacidades para librar una guerra convencional.

El tercer modelo se implementó entre 1961 y 1969, las Administraciones Kennedy-Johnson dieron continuidad a las políticas de la Contención combinándolas con la estrategia de la Respuesta Flexible, que implicaba respuestas militares proporcionales a los niveles de amenaza por parte de la URSS, y desarrollo de capacidades para responder a una guerra nuclear estratégica y táctica, guerras convencionales, guerras limitadas y guerras irregulares. El presupuesto de defensa se fue incrementado sustancialmente para afrontar específicamente dos guerras principales en Europa y Corea, y una “media guerra” o guerra limitada en la periferia de Eurasia: caso del Sudeste Asiático y Vietnam.

El cuarto modelo mantuvo como eje al paradigma de la Contención y los parámetros de disuasión graduada de la Respuesta Flexible; pero ajustó el gasto operacional al quitar a la amenaza de China de la ecuación de confrontación global, quedando Una Guerra y Media, esquema que se mantuvo desde la Administración Nixon 1969 hasta el final de la Guerra Fría en 1991.

Cada uno de estos modelos condicionó el grado de la intervención política y militar de los EE. UU., tanto a escala de Eurasia, como en los escenarios regionales del Nordeste y Sudeste Asiático.

La combinación de las estrategias de la Contención con las directrices emanadas del reordenamiento presupuestario codificado en el documento NSC 68 (National Security Council 68), [2] condicionaron los cursos de acción de la guerra limitada en Corea. En tanto que la Contención y las políticas de defensa, conceptuadas como Represalia en Masa [3] y Respuesta Flexible, [4] incidieron en las distintas estrategias de la acción que los EE. UU. instrumentaron en el Sudeste Asiático y Vietnam entre 1954 y 1973. Las estrategias de guerra convencional limitada, guerra irregular y, dentro de la misma, los modelos de contrainsurgencia, adoptados parcialmente por el Ejército de los EE. UU., fueron determinados en distinto grado por los conceptos generales enunciados.

 

1.2. Marco teórico, metodología y objetivos

El sistema de conceptos, Contención, Represalia en Masa, Respuesta Flexible, en tanto construcciones derivadas de toma de decisiones dadas en el sistema de poder de los EE. UU. en el contexto de la Guerra Fría, y de la configuración diádica de conflicto en el sistema bipolar con la URSS y conjuntos de alianzas, pueden abordarse desde distintos paradigmas que implican teorías sobre las relaciones internacionales, la dinámica de los conflictos y los procesos de violencia política.

Desde el ámbito de las teorías del conflicto y procesos de violencia política la referencia es la perspectiva estructural (holística), que permite dar significado a los conceptos en la densidad histórica en la que fueron formulados y operacionalizados. El contexto histórico, la configuración del sistema internacional, las condicionantes geopolíticas y la “potencial autonomía del Estado” (Skocpol, 1984), permiten explicar cómo se formularon los conceptos generales de la Contención, la Represalia en Masa y, especialmente, la Respuesta Flexible; sus relaciones y sus ejes operativos, casos de la formulación de las “Dos Guerras y Media” y “Una Guerra y Media” y sus relaciones condicionantes sobre la escalada y la desescalada en la intervención de los EEUU en Vietnam.

Las condicionantes geopolíticas imponen una precisión ante el empleo conceptual que efectúan hombres de estado y analistas de los EE. UU. Los especialistas estadounidenses definieron la Geopolítica basados en el estudio de los organicistas alemanes, como a “un proyecto de estrategia política de alcance global” (Strausz-Hupé, 1944). El autor citado traduce a la Wehrgeopolitik de la Escuela de Münich como geopolítica de guerra, y la caracteriza como la instrumentación militar para planificar una estrategia de dominación: la Geoestrategia fue definida durante la Guerra Fría como una forma perfeccionada de la geopolítica de guerra.

Tanto el NSC-68, como la Represalia en Masa y la Respuesta Flexible, implicaron distintas estructuras de presupuestos de defensa: expansivos y contractivos. Contractivo fue el caso de la Represalia en Masa, en el cuál el mayor porcentaje del gasto fue orientado al Comando Aéreo Estratégico y a la instrumentación de una fuerza de ataque nuclear de primer golpe. Expansivos fueron los casos del NSC-68 que revirtió la desmovilización, tras la Segunda Guerra Mundial, e inició el rearme de los EE. UU. ante los desafíos de la Guerra Fría, y el caso de la Respuesta Flexible que implicó una estructura de gastos de defensa para responder a todos los niveles de acción, desde la guerra nuclear hasta la guerra irregular y sus instrumentaciones en contrainsurgencia (COIN), pasando por los niveles de guerra nuclear táctica, guerra convencional de alta intensidad y guerra limitada.

La metodología de investigación cualitativa de este ensayo consta de tres fases:

  1. La fase heurística con direcciones de búsqueda de fuentes bibliográficas, fuentes documentales, y una selección de piezas historiográficas clásicas.
  2. La fase de sistematización deductiva y su hipótesis factográfica general: el paradigma de la Contención y sus conceptos operacionales derivados, Represalia en Masa y Respuesta Flexible, condicionaron las variables de una forma concreta de instrumentación e intervención militar en el Sudeste Asiático y Vietnam.
  3. La fase de problematización y descripción de los modelos de contrainsurgencia practicados por los EE. UU. en Vietnam, frente a la directriz dominante de intervenir por medio de una guerra convencional.

Los dos objetivos principales son:

  1. Explicar el condicionamiento de los conceptos generales de las políticas de defensa durante las administraciones Eisenhower, Kennedy-Johnson y Nixon, sobre los diagnósticos estratégicos previos a la intervención, escalada y desescalada de los EE. UU. en Vietnam.
  2. Explorar y describir la interacción de niveles de conflicto entre el planteo de la guerra de liberación nacional desarrollada por Vietnam del Norte y las tensiones conceptuales de la respuesta militar de los EE. UU.: los modelos de contrainsurgencia y la guerra convencional limitada.

 

1.3. Estado del arte

Las fuentes documentales principales para abordar el tratamiento de la cuestión Vietnam desde la perspectiva de los EE. UU., y durante las Administraciones Kennedy-Johnson, son los tomos editados por el Departamento de Estado: U.S. Department of State Foreign Relations of the United States (FRUS). Los cuatro volúmenes que abarcan de 1961 a 1963: Volumen 1 Vietnam 1961; Vol. 2, 1962; Vol. 3, 1963 (enero a agosto); y Vol. 4, 1963 (agosto a diciembre); y los volúmenes FRUS sobre Vietnam, de 1964 a 1968.

El conjunto de fuentes, conocido como The Pentagon Papers: The Defense Department History of the United States Decisionmaking on Vietnam (5 volúmenes), editados por el Senador Gravel en 1971, es citado por autores estadounidenses, como así también la edición de Neil Sheehan y otros, de The New York Times, (The Pentagon Papers). La versión en español de 1971 se conoce como Los Documentos del Pentágono (El “Informe McNamara”). La publicación de estos documentos clasificados por parte de The New York Times y The Washington Post, filtrados ilegalmente por el analista de la Corporación RAND y funcionario del Pentágono Daniel Ellsberg, constituyó un caso judicial por violación de los contratos de confidencialidad [5], que afectó a la seguridad nacional de los EE. UU.

La bibliografía seleccionada puede clasificarse en cinco conjuntos:

  1. Producción bibliográfica de altos funcionarios que tuvieron intervención directa en la toma de decisiones en la formulación de paradigmas estratégicos, políticas de defensa e instrumentaciones estratégico operacionales, o influyeron en dicho proceso, tales como George Kennan (1947 y 1969), Robert S. McNamara (1969 y 1995), Henry Kissinger (1969 y 1979), Robert Thompson (1971) y W.W. Rostow (1962).
  2. Producción sobre contrainsurgencia en Vietnam, realizada por analistas de la Corporación RAND, desde los clásicos como Charles Wolf (1965), Leites y Wolf (1970), hasta la actualizada compilación efectuada por Austin Long (2006).
  3. Trabajos especializados de autores relacionados a organismos gubernamentales y Fuerzas Armadas. Casos de: Douglas Pike (1975) de la USAID, uno de los mayores expertos estadounidenses en la estrategia de guerra revolucionaria de Vietnam del Norte; John Nagl (2005) del Ejército de los EE. UU. y del CNAS; e Ivan Arreguin-Toft (2005) ex-analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA: Defense Intelligence Agency.
  4. Trabajos monográficos sobre Indochina y Vietnam realizados en las ediciones original e Hispanoamericana de Military Review, contemporáneos al conflicto.
  5. Obras clásicas de autores franceses sobre la guerra revolucionaria: casos de Charles Lacheroy, Jacques Hogard, Roger Trinquier, David Galula y André Beaufre.

 

2. Tres escenarios sobre Vietnam

La intervención y la retirada de los EE. UU. de Vietnam del Sur tiene su lógica en la composición de tres escenarios diferenciables, y sus correspondientes diagnósticos políticos y estratégicos efectuados sobre el Sudeste Asiático, en el contexto panorámico y global del proceso de la Guerra Fría.

 

2.1 Primer escenario

Las intervenciones de los EE. UU. en el Sudeste Asiático pueden periodizarse desde la Administración Truman. La primera perspectiva oficial de los EE. UU. fue realizada desde la Oficina de Asuntos de Lejano Oriente del Departamento de Estado, en 1948, en la cual se apreciaba que la guerra de guerrillas que el Viet Mihn había comenzado en 1946 contra el dominio colonial francés constituía un proceso de violencia política de larga duración (Nagl, 2005: 118) y acarreaba un probable efecto desestabilizante a nivel regional. En diciembre de 1949, el Consejo de Seguridad Nacional [6] identificó el peligro de una expansión comunista a escala estratégica en Asia Oriental, tras la derrota del Kuomintang y la llegada del Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, al poder. En agosto de 1950, y con la Guerra de Corea ya iniciada, se creó el Grupo de Asesoramiento de Asuntos Militares (MAAG) con base en Saigón para asesorar al Estado Mayor del Ejército Colonial Francés en Indochina.

El primer diagnóstico político que contemplaba la idea de una probable necesidad de intervención directa de los EE. UU. se elaboró en 1954. [7]

Antes de la derrota francesa en Dien Bien Phu, la Administración Eisenhower, por iniciativa del Secretario de Estado John Foster Dulles, consideró la opción de una intervención militar directa de los EE. UU. en apoyo de Francia. La doctrina de la Represalia en Masa (Massive Retaliation) se basaba en la premisa de disuasión absoluta generada por los bombarderos del Comando Aéreo Estratégico y su “estrategia del espinazo roto” (Brokenback Strategy), y por la política declaratoria que hacía saber a la URSS y a China que cualquier agresión militar sobre los países de las rimlands euroasiáticas sería respondida desde el escalón de la guerra nuclear. En este contexto de la creencia del poder disuasivo de la Represalia en Masa, desde el MAAG y desde el Estado Mayor del Ejército de EE. UU., se estimaba que en caso de una debacle francesa en Indochina, y si China no intervenía, se necesitarían siete divisiones para derrotar a la guerrilla del Viet Mihn (Nagl, 2005: 118).

El presidente Eisenhower sometió la decisión a la aprobación del Congreso, quién a su vez la condicionó a una intervención combinada con los aliados regionales, principalmente los británicos. Este doble condicionamiento funcionó como un obstáculo, que impidió el consenso político y determinó una negativa institucional a la intervención militar directa de los EE. UU. en ayuda de Francia, ante la emergencia de la batalla de Dien Bien Phu.

 

2.2. Segundo escenario

Tras la derrota francesa y los Acuerdos de Ginebra de 1954, la Administración Eisenhower efectuó el diagnóstico de una catástrofe regional en el Sudeste Asiático, dentro de la lógica de la denominada “Teoría del Dominó”, según la predicción del presidente en abril de 1954 (McNamara, 1995). [8] Este fue el segundo escenario, contexto en el cual el MAAG integrado por cuatro hombres fue incrementado a 342 asesores militares, y comenzaron las operaciones encubiertas de los EE. UU. contra Vietnam del Norte.

La “Teoría del Dominó” contemplaba una ofensiva combinada desde Moscú y Beijing, manejada por actores interpuestos, sobre todo el Sudeste Asiático: Birmania, Tailandia, Indochina, Malasia, Indonesia y Filipinas. Este concepto mantuvo su vigencia durante las Administraciones Kennedy-Johnson y, desde el incidente del Golfo de Tonkín, estuvo en la base de la lógica de la escalada militar de EE. UU. en Vietnam. Durante este período (1961-1968) la estrategia de los EE. UU. sobre Vietnam fue conducida desde la Casa Blanca y por los equipos especiales de crisis de los presidentes Kennedy y Johnson con asesores como Walt Rostow, McGeorge Bundy, Robert Komer, el general Maxwell Taylor, los Jefes de Estado Mayor Conjunto y el Secretario de Defensa Robert McNamara.

La escalada militar de los EE. UU. en Vietnam funcionó dentro de la lógica de la Respuesta Flexible + Dos Guerras y Media. La Respuesta Flexible (Flexible Response), que fue propuesta como consigna por el General Maxwell Taylor y aprobada por el Presidente J.F. Kennedy, implicaba que los EE. UU. responderían de forma equivalente y proporcional a las amenazas y agresiones militares (Cole, 1973); en dicho contexto sus Fuerzas Armadas debían estar en condiciones de responder a Dos Guerras principales (la Guerra Uno era contra una agresión de la URSS sobre Europa Occidental en el frente de la OTAN, y la Guerra Dos era una nueva agresión de China y Corea del Norte sobre Corea del Sur y Japón) y una “media guerra”: un conflicto armado dirigido desde la URSS y China por medio de un “actor interpuesto”, tal el caso de Vietnam del Norte, al que se identificaba con apoyo político y militar de Moscú y de Beijing.

 

2.3. Tercer escenario

Con la llegada al poder de Richard Nixon, el centro de gravedad para la estrategia en el Sudeste Asiático y Vietnam estuvo en la Casa Blanca. Este era dirigido por Henry Kissinger y su equipo, desde la Asesoría de Asuntos de Seguridad Nacional y el Consejo de Seguridad Nacional, quedando en segundo plano los departamentos de Estado y de Defensa.

En este punto del proceso, se efectuó un nuevo diagnóstico que permitió desarrollar la perspectiva de un tercer escenario: la “vietnamización” del conflicto y la compleja apertura pública de las negociaciones con Vietnam del Norte (iniciadas secretamente durante la Administración Johnson).

En la década de 1960, China afrontaba dos hipótesis de conflicto principales: la amenaza del poder militar de los EE. UU. desde Corea del Sur, el Pacífico Occidental, Taiwán y el Sudeste Asiático; pero la amenaza principal se materializaba en la frontera continental con zona de crisis en el río Ussuri, y provenía del poder militar soviético que en 1964 planificaba un ataque preventivo contra el programa nuclear chino. En 1972 la URSS había desplegado 44 divisiones en los 6.000 km de frontera con China, quedando 31 divisiones en los frentes de Europa centro-oriental (Kennedy, 1994: 624). Complementariamente, China tenía una hipótesis de conflicto con la India, aliada de la URSS, agravando su escenario geoestratégico en la frontera de Asia Central. Sobre esta base la Administración Nixon inició la apertura de las relaciones entre EE. UU. y China, y desde la Casa Blanca, el Asesor de Asuntos de Seguridad Nacional Henry Kissinger impulsó la denominada estrategia de Una Guerra y Media, en la cual la Guerra Uno era contra la URSS en Europa Occidental y Corea del Norte, y la Media Guerra contemplaba las hipótesis de intervención militar en cualquier otra región de la periferia de Eurasia para contener a la URSS. China quedaba excluida de la ecuación confrontativa, y esto alteraba, favorablemente para EEUU, todo el escenario geopolítico de Asia Oriental, Nordeste y Sudeste Asiático (Kissinger, 1979: 165).

 

2.4. Retrodicción

Desde estas tres instancias se puede conformar una retrodicción o explicación retrospectiva de la política de los EE. UU. en Vietnam, sobre tres percepciones nacionales que la orientaron:

El primer diagnóstico fue producto de la llegada de los comunistas al poder en China y de la Guerra de Corea: en él la amenaza de China condicionó la intervención militar en el grado de operaciones limitadas de guerra irregular por parte de los EE.UU., en apoyo de las fuerzas francesas que combatían al Viet Minh.

El segundo diagnóstico fue el de la “Teoría del Dominó” y sus efectos consecuentes entre 1954 y 1965, que condicionó la escalada de la intervención militar en los niveles de guerra irregular y contrainsurgencia (1961-65) y de una guerra convencional, limitada geográficamente, pero de alta intensidad (1965-73).

El tercer diagnóstico fue producto de un cambio de percepción: los decisores y los analistas de la Administración Nixon estimaban que, hacia 1969, el problema en Vietnam no era la amenaza de la República Popular China, ni un efecto dominó que permitiría la expansión del comunismo en todo el Sudeste Asiático, desde Vietnam del Norte hasta el estrecho de Singapur; sino que el problema radicaba en una guerra civil vietnamita que amenazaba con regionalizarse.

Finalmente: EE. UU. se retiró de Vietnam del Sur cuando la guerra revolucionaria había sido derrotada o neutralizada en Malasia, Birmania, Tailandia, Indonesia y Filipinas (Thompson, 1979); cuando se percibió que la República Popular China no sólo no apoyaba a los norvietnamitas, sino que entraba en un curso de colisión que derivó en un enfrentamiento armado en 1979, y que se hallaba en situación de conflicto ideológico, geopolítico y militar con la URSS. Las contrafuerzas de las estrategias de la Contención en el Sudeste Asiático y la apertura de relaciones diplomáticas entre EE. UU. y China habían neutralizado la amenaza explícita en la “teoría del dominó”.

Como enunciado básico de una estimación cuantitativa de la intervención estadounidense en la “Segunda Guerra de Indochina”, puede formularse un esquema de “cinco guerras”:

La “guerra de Truman”, que implicó la presencia de cuatro asesores militares en 1950.

La “guerra de Eisenhower”, en la cual la cifra creció hasta 346 asesores militares en 1954.

La “guerra de Kennedy”, donde se registra el salto a 16.000 asesores militares en 1963.

La “guerra de Johnson”, en la que se inicia la escalada, cuyo punto álgido fue el despliegue de 542.000 efectivos militares en operaciones entre diciembre de 1968 y enero de 1969.

La “guerra de Nixon”, con la desescalada y el descenso a 45.600 efectivos en julio de 1972. [9]

En síntesis: EE. UU. intervino militarmente en Vietnam como consecuencia de dos diagnósticos que fundamentaban una amenaza regional, se retiró cuando un tercer diagnóstico modificaba los términos de los anteriores, y cuando el escenario geoestratégico demostraba una victoria a escala regional que paralizaba el “efecto dominó”. El escenario global consecuente proporcionó lógica al modelo Respuesta Flexible + 1 Guerra y Media, y a una nueva estructura de contrafuerzas en las estrategias de la Contención hasta la implosión de la URSS en 1991.

 

3. Guerra convencional y contrainsurgencia en Vietnam

Los EE. UU. tenían en 1965 una población de 194 millones de habitantes y 2,5 millones de efectivos en sus Fuerzas Armadas; en tanto Vietnam del Norte tenía 19 millones de habitantes y 256.000 efectivos en su Ejército regular. La ratio cuantificada era de 53:1 a favor de EE. UU. (Arreguin-Toft, 2005).[10]

Cuatro tesis de autores estadounidenses (Cohen, 1984), (Krepinevich, 1985), (Hamilton, 1998) y (Nagl, 2005) sostienen que el enfoque militar dominante, para afrontar el desafío de la “Segunda Guerra de Indochina”, se basó en la convicción de aplicar el cuerpo doctrinario de una guerra convencional. Otra tesis (Arreguin-Toft, 2005) rescata el rol de la guerra irregular y los modelos de contrainsurgencia en el planteo teórico de un conflicto asimétrico según su tesis original [11] (Mack, 1975).

Desde la creación del MAAG en 1950, la expectativa de los Altos Mandos estadounidenses para el Sudeste Asiático era el riesgo de la reproducción de una agresión militar según el canon aplicado por Corea del Norte con apoyo de la URSS y de China. En 1954, tras la derrota francesa en Dien Bien Phu, el MAAG persistió en la estimación de la amenaza de una guerra convencional según el modelo de la Guerra de Corea. Esta apreciación determinó que desde el Estado Mayor del Ejército se propusiera que para derrotar a la insurgencia serían necesarias siete divisiones, “siempre y cuando no se retiraran los franceses y no interviniera China” (Nagl, 2005: 118).

En 1961, cuando llegó al poder la Administración Kennedy y Robert McNamara al Departamento de Defensa, la perspectiva cambió y la tendencia dominante hasta 1965 fue la de apoyar al Ejército de Vietnam del Sur (el ARVN) [12] mediante Fuerzas Especiales, guerra irregular y modelos de contrainsurgencia. A su vez el MAAG, con base en Saigón, fue redesignado como Comando de Asistencia Militar en Vietnam (MACV) y se estableció una misión especial británica encabezada por Robert Thompson, experto de contrainsurgencia, para asesorar al MACV sobre la experiencia en la denominada “emergencia Malaya”.[13] Thompson proporcionó una visión de conjunto sobre la ayuda soviética a las guerrillas comunistas en Indonesia, Filipinas, y las tres ex colonias británicas Singapur, Sarawak y Borneo Septentrional (Thompson, 1971: 142) las formas de organización de sus estructuras políticas, sus guerrillas y la práctica de guerra revolucionaria apuntando principalmente a las zonas rurales.

En el MACV dominaba una concepción diferente sobre la respuesta adecuada a las guerrillas en Vietnam del Sur.

 

3.1. La cultura clausewitziano-jominiana y el Ejército de los EEUU en Vietnam

Krepinevich (1985) sostuvo que el criterio dominante fue la aplicación del “Concepto Ejército”, derivado de una organización institucional donde el aprendizaje y las doctrinas se basaban en la filosofía de la guerra según la lógica estrictamente clausewitziano-jominiana,[14] focalizada en la destrucción material de las fuerzas enemigas mediante el empleo directo y máximo de la fuerza propia: masa y poder de fuego.

La “cultura clausewitziana” en el Ejército de los EE. UU. tuvo un hito de importancia en la incorporación académica de De la Guerra (On War); en la traducción del alemán al inglés realizada por el coronel británico Frederick N. Maude. De dicha traducción resultó de especial interés la “Introducción” efectuada por Maude en la “New and Revised Edition” de 1908, en la cual realizó una interpretación darwinista de la obra de Clausewitz (Frasch, 1994: 62).

La lógica, la sistematización conceptual y la formulación de leyes propias son comunes a las metodologías de Jomini y Clausewitz (Aron, 1976), en el abordaje de la guerra como objeto de estudio social, político y militar. El enfoque positivista con que las instituciones militares estadounidenses aplicaron la enseñanza de ambos autores clásicos es concordante con la práctica de su historia militar nacional desde la Guerra Civil, primera guerra de la era industrial, hasta la Segunda Guerra Mundial, donde todo el esfuerzo estratégico tuvo una clara direccionalidad a la destrucción de las fuerzas militares enemigas y a lograr el objetivo político mediante una victoria total. La participación militar estadounidense en la Primera Guerra Mundial, en la cual el Comandante de las Fuerzas Expedicionarias de EE. UU., el General John Pershing, [15] tomó contacto con la doctrina estratégica, tácticas y procedimientos de empleo de los medios del Ejército Francés bajo el comando de un experto en Jomini y Clausewitz, el Mariscal Ferdinand Foch (Hamon, 1969), reforzó esta cultura que también se manifestó en la Guerra de Vietnam.

El “Concepto Ejército”, en tanto visión jominiana de la respuesta militar de los EE. UU. en la “Segunda Guerra de Indochina de 1950 a 1972” (Nagl, 2005: 115), respondió a la expectativa de la amenaza de la reiteración de una “Guerra de Corea” en el Sudeste Asiático. Los generales supervisores de la MAAG, John O’Daniel (en 1953) y su sucesor Sam Williams (en 1960), sostuvieron esta postura, que también era unánime en los Jefes del Estado Mayor Conjunto.

El modo de guerra de guerrillas progresivo de Vietnam del Norte y la práctica insurgente del Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur, forzaron a un cambio de perspectiva cuando en 1961 el Presidente Kennedy, el Secretario de Defensa, Robert McNamara, y el Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, General Maxwell Taylor, afrontaron la responsabilidad de la nueva guerra en Vietnam y Laos. Entre 1961 y 1968, la intervención de los EE. UU. en Vietnam combinó la guerra irregular, aplicando básicamente dos modelos de contrainsurgencia, HAM y Costo-Beneficio, con una guerra convencional limitada desde 1965 hasta 1973. El condicionamiento provenía de dos contextos: a) del diagnóstico estratégico de la Teoría del Dominó sobre el Sudeste Asiático, que entre 1954 y 1969, estaba asociado con la amenaza de China, y b) del concepto de la Respuesta Flexible en los niveles subnucleares, tal fue el caso de responder con modelos de contrainsurgencia a las guerrillas del Frente de Liberación Nacional (FLN) del Partido Comunista de Vietnam del Sur (y del Viet Cong San en tanto integrante del FLN/VC) y con una guerra convencional limitada a las ofensivas combinadas del Ejército Regular de Vietnam del Norte con el FLN/VC.

La guerra convencional limitada tuvo operaciones donde se manifestó el superior poder de fuego de los EE. UU., por ejemplo, la operación aérea estratégica Rolling Thunder (entre 1965 y 1968), la operación Starlite (agosto de 1965), la batalla de Ia Drang (octubre y noviembre de 1965) y la fase II de la operación Attleboro (octubre y noviembre de 1966). No obstante, el “proceso de aprendizaje institucional” del Ejército estadounidense para adaptarse a las nuevas formas de guerra irregular (Nagl, 2005) es un problema de investigación complejo que trasciende la Guerra de Vietnam.

Durante los años de Kennedy en la presidencia, dada su predisposición por desplegar Fuerzas Especiales para responder con tácticas COIN a las guerrillas del FLN/VC, el director de guerra especial del Ejército y Jefe de Operaciones del MACV (en 1964), el General William E. DePuy, dudaba de la efectividad del reglamento Operations Against Irregular Forces de 1962, y la convicción concreta de los tres comandantes de MACV, los generales Harkins, Westmoreland y Abrams (entre 1962 y 1973) apuntaba a desarrollar una estrategia ofensiva para aplicar el superior poder de fuego para buscar y destruir a las unidades militares de Vietnam del Norte (que operaban en Vietnam del Sur) y a las formaciones regulares e irregulares del FLN/VC. Durante el comando frente al MACV del General Westmoreland, se inició la práctica del empleo convencional de las Fuerzas Especiales. Los expertos en contrainsurgencia advirtieron sobre la inconveniencia de este proceder dada la naturaleza de la guerra en Vietnam. El líder de la Misión de Asesoramiento Británica (BRIAM) invitado al MACV, Robert Thompson, el Teniente Coronel John Paul Vann, asesor especial en la Séptima División del ARVN, y el especialista francés Bernard Fall, tuvieron una actitud crítica a la llamada “convencionalización” de los procedimientos de empleo de las Fuerzas Especiales de EE. UU.

Este fenómeno había comenzado tempranamente en noviembre de 1961, cuando la delegación de operaciones de la CIA en Saigón, a cargo de William Colby, puso en ejecución la Operación Switchback, por medio de los Grupos Civiles Irregulares de Defensa (CIDG). Cuando ese año Edward Lansdale fue propuesto como embajador de los EE. UU. en Saigón, por iniciativa del Presidente Kennedy con el apoyo de McNamara, McGeorge Bundy y los partidarios de las operaciones encubiertas, el Departamento de Estado se negó a que un oficial profesional de inteligencia de la Fuerza Aérea conectado a la Dirección de Operaciones de la CIA, ocupara un cargo que correspondía a los diplomáticos de carrera. Ante la negativa, y para evitar una crisis burocrática, Kennedy y McNamara declinaron la iniciativa. [16]

En 1963 los CIDG fueron transferidos de la CIA al MACV (Nagl, 2005). Las operaciones de guerra psicológica y política propias de Switchbak se transfiguraron en acciones proactivas y ofensivas a cargo de las Fuerzas Especiales. Como se expresó anteriormente, cuando el General William Westmoreland tomó el comando del MACV, las Fuerzas Especiales fueron utilizadas en operaciones de guerra convencional de “búsqueda y destrucción” (search and destroy). Este fue el punto crítico del proceso de la intervención de los EE. UU. en Vietnam y el comienzo de los pedidos del MACV que generaron la escalada militar.

La escalada resultó de una petición concreta del General Westmoreland a través de su cadena de comando hasta llegar a los Jefes de Estado Mayor Conjunto, al Departamento de Defensa y al Presidente Johnson. Para cumplir la misión y lograr los objetivos impuestos, [17] las fuerzas militares de EE. UU. debían entrar en combate directo contra las guerrillas del FLN/VC y las unidades regulares Ejército de Vietnam del Norte que operaban en el sur contra el ARVN, para lo cual se requería el envío de unidades del Ejército de los EE. UU. y autorización política para tomar la ofensiva.

El Secretario de Defensa Robert McNamara y los Jefes de Estado Mayor Conjunto presididos por el General Earle Wheeler apoyaron la petición de Westmoreland. El General Maxwell Taylor, embajador de los EE. UU. en Saigón, el Secretario de Estado Dean Rusk, y el asesor de Asuntos de Seguridad Nacional McGeorge Bundy eran reacios a tal decisión, por motivos diferentes. Taylor sostenía que las unidades militares estadounidenses debían emplearse, desde bases costeras, en acciones limitadas de ataque y retirada. McGeorge Bundy y el Departamento de Estado eran renuentes a la intervención para no repetir el error de Francia en 1954, y evitar los efectos políticos consecuentes.

La decisión de Johnson implicó inicialmente una escalada gradual, coherente con los términos de la Respuesta Flexible, lo que permite inferir la influencia decisiva de McNamara en la misma: se ordenaron los bombardeos masivos sobre Vietnam del Norte y se enviaron 90.000 efectivos al General Westmoreland, con la condición de que fueran empleados según las recomendaciones operacionales del General Taylor. Este primer peldaño de la escalada apuntaba a derrotar a las guerrillas del FLN/VC y generar una presión intensa sobre Hanoi para forzar la actitud de abrir negociaciones diplomáticas con el propósito de alcanzar una solución pacífica al conflicto. La decisión presidencial, que implicaba una forma de diplomacia coercitiva, apuntó la apuesta que se evaluó de mayor pragmatismo, menor costo posible y eventual rentabilidad política.

En mayo de 1965, el General Westmoreland informó que la derrota del ARVN y la caída de Vietnam del Sur era un escenario cercano y solicitó el envío de 150.000 hombres (44 batallones) y la autorización para acciones ofensivas de “búsqueda y destrucción”. El titular de los Jefes de Estado Mayor Conjunto, el General Wheeler, lo apoyó abiertamente con una frase que impactó en la compleja mentalidad decisional del Presidente Johnson: “Hay que ir a luchar donde está el enemigo […] Nunca nadie ganó una batalla sentado” (Neustadt y May, 1986: 120). Concedidos los 150.000 hombres en mayo, en octubre de 1965 Westmoreland planteó que se necesitaban 500.000 hombres y “dos o tres años” de operaciones prolongadas para revertir la situación militar en Vietnam del Sur. El registro factográfico demuestra la exactitud de la estimación del comandante en operaciones, ya que entre 1966 y enero de 1968 las guerrillas del FLN/VC y las unidades regulares en el sur estaban militarmente derrotadas y en dispersión. A fines de 1967, y como un curso de acción desesperado, el Politburó norvietnamita aprobó el plan del Ministro de Defensa Vo Nguyen Giap, que en su fase dos en febrero de 1968 se conoció como la Ofensiva del Tet.

La Ofensiva del Tet constituyó un revés estratégico-operacional de enorme magnitud para Vietnam del Norte, pero tuvo un efecto estratégico de alta intensidad negativa en las variables sociales y políticas del frente interno de los EE. UU. Los efectos implicaron una victoria militar y una derrota política para la Administración Johnson, con consecuencias electorales que desembocaron en el triunfo del candidato del Partido Republicano, Richard Nixon, en noviembre de 1968. El cambio de estrategia que se impuso tras la Ofensiva del Tet, se materializó cuando al frente del MACV fue designado el General Creighton Abrams (junio de 1968).

3.2. La concepción nacional vietnamita de la Guerra de Liberación Nacional

La Doctrina de la Guerra Revolucionaria de los estrategas militares del Partido Comunista Chino y del Ejército Popular de Liberación (EPL) derivaba del postulado de Mao según el cual sólo existían dos clases de guerras: las revolucionarias y las contrarrevolucionarias. En base al mismo se tomaron como modelos la Guerra Revolucionaria contra el Kuomintang (KMT: Partido Nacionalista), la Guerra de la Resistencia contra Japón y la Guerra Popular Antiimperialista en Corea.

Las tres experiencias implicaban la combinación de gran guerrilla y guerra clásica con grandes unidades militares, modelos que se exportaron al Vietminh desde 1946. La gran guerrilla rural, durante la lucha contra el Partido Nacionalista (el Kuomintang) del General Chiang Kai-shek, inspiró la concepción global de lucha de clases, en el cual la guerra revolucionaria conduciría a una situación de cerco en la que las masas campesinas del Tercer Mundo avanzarían sobre los centros occidentales del poder capitalista. Escenario que el Mariscal Chen Yi denominó como el asedio del “campo sobre las ciudades” (Beaufre, 1973: 110). [18]

Entre 1950 y 1953, la Gran Guerrilla de Tonkin operó con una fuerte influencia doctrinaria china. La campaña que culminó en la batalla de Dien Bien Phu fue conducida por el General Vo Nguyen Giap según un modelo de cinco fases: 1) movilización de masas; 2) guerra de guerrillas; 3) guerra prolongada; 4) guerra de movimientos; 5) ofensiva general con grandes unidades regulares (Keegan, 1975: 36).

La ortodoxia maoísta prescribía tres grandes fases: a) Defensiva estratégica por inferioridad militar; b) estancamiento y equilibrio de fuerzas; c) contraofensiva y guerra de movimientos (Guelzo, 1960: 19-21), que según Nagl (2005) fueron aplicadas rigurosamente por el Vietminh entre 1950 y 1954.

Durante la década de 1960 el Politburó Nortvietnamita evitaba referirse en sus documentos a la doctrina de la Guerra Revolucionaria, conforme al modelo maoísta. Considerando que la clasificación dogmática consideraba tres tipos de conflicto armado, guerra general, guerra limitada y guerra de liberación nacional; Hanoi prefería el concepto nacional de Guerras de Categoría 3 (Pike, 1975: 65) y también Guerra Popular para referirse a las Guerras de Liberación Nacional manifestando adhesión ideológica con la doctrina soviética sobre las mismas, adoptada en el XXII Congreso General del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1961 (Jacobs, 1962).

El Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur [19] (Man Tran Dan Toc Giai Phong Mien Nam Viet’Nam, FLN) practicó entre 1958 y 1965 una lucha política (dau tranh: movimiento de lucha) preparatoria de una estructura social y logística en las aldeas del sur, simultánea a una acción de guerrillas progresiva, equivalente a la Fase I de la ortodoxia china. Entre 1960 y 1963 el FLN creció hasta formar una milicia de 15.000 combatientes; pero la respuesta de la COIN estadounidense (organizada desde el MACV) y el Gobierno de Vietnam del Sur fue contundente y, para 1963, el FNL se auto consideraba derrotado (Pike, 1975). Ni el MACV ni el ARVN explotaron esta situación y hacia fines de 1964 el FLN se había reorganizado y pasaba nuevamente a la ofensiva. En este contexto fue el FLN quién no supo dar impulso estratégico ante la inacción del gobierno de Vietnam del Sur, lo que generó una decidida intervención de Hanoi: la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte) envió al sur 50.000 combatientes regulares, e inició una lucha por el poder en la interna del FLN para obtener un control total de dicha estructura, y preparar un futuro escenario de dominación sobre Vietnam del Sur.

En 1965, tal situación provocó la decisión para la la intervención militar de los EE. UU., más que el “incidente del Golfo de Tonkín”. El Politburó norvietnamita había practicado un salto estratégico de la guerra revolucionaria de la Fase I a la Fase III, y el MACV, el Departamento de Defensa, el Ejército y el consenso en la Administración Johnson pasaron de los modelos COIN de la guerra irregular a una guerra convencional según los cánones reglamentarios vigentes.

La estrategia 1965 de los EE. UU. generó un intenso debate en el Politburó Nortvietnamita, que derivó en una urgente reacomodación estratégico-operacional: durante un período, que puede periodizarse, entre 1965 y 1968 se enfrentaron dos líneas internas con visiones opuestas respecto a la estrategia para enfrentar a los EE. UU.: a) La visión de Truong Chinh, partidario de una estrategia de guerra de guerrillas según la ortodoxia maoísta; b) la visión de Le Duan y Vo Nguyen Giap, partidarios de una estrategia coordinada de guerra irregular y guerra convencional con grandes unidades. [20]

La inteligencia norvietnamita sobre el poder militar de los EE. UU. en 1965 convenció al Politburó y, especialmente, al Ministro de Defensa Vo Nguyen Giap, de que no se podía aplicar la estrategia progresiva utilizada contra el Ejército Francés entre 1950 y 1954, dados los recursos, sistemas de armas, poder de fuego y tácticas de empleo enormemente superiores que poseían los estadounidenses.

Entre 1965 y 1968, la estrategia militar de las fuerzas regulares norvietnamitas y de las guerrillas del FLN se desarrolló en base a dos cursos de acción principales, las tácticas de lucha coordinada y las tácticas de lucha independiente: “hop dong cach dang” y “dop lap cach danh” según la concepción del General Giap (Pike, 1975: 60). En la primera fase de la ofensiva de 1967/68 se aplicaron tácticas de lucha coordinada en batallas con fuerzas regulares, tales los casos de Con Thien, Loc Minh y Dak To (entre septiembre y noviembre de 1967), sin lograr resultados decisivos y a costa de grandes pérdidas. La segunda fase fue la ofensiva del Tet en 1968, donde Giap lanzó 70.000 efectivos del Ejército Regular de Vietnam del Norte y del FLN atacando simultáneamente las 32 ciudades más importantes de Vietnam del Sur. Tras la gran ofensiva, el Politburó norvietnamita evaluó como catastróficos los resultados militares: Giap había comenzado la fase uno en 1967 con 195.000 efectivos, y, tras la fase dos (ofensiva del Tet), había perdido en total 85.000 hombres sin lograr ningún objetivo de significación estratégica en el Sur (Pike, 1975).

Entre 1969 y 1973 el Politburó norvietnamita se decidió por el regreso a la ortodoxia maoísta mediante la adopción de una estrategia de “guerra neorrevolucionaria de guerrillas”, según el criterio sostenido por Truong Chinh.

En la concepción de los estrategas de Vietnam del Norte la “guerra neorrevolucionaria” era una “guerra de sistemas de organización concurrentes” (Pike, 1975: 66) derivada de una movilización popular masiva. En el sentido clausewitziano de la guerra como fenómeno social, se trataba de una guerra absoluta con un objetivo político no negociable: la unificación nacional de Vietnam.

La guerra convencional, limitada a las operaciones terrestres en Vietnam del Sur y al bombardeo pesado sobre blancos seleccionados en Vietnam del Norte, tal como la planteó el Departamento de Defensa de los EE. UU., los Jefes de Estado Mayor Conjunto y el Comandante de la Asistencia Militar de los EE. UU. en Vietnam (COMUSMACV) se jugaba en otro tablero, era una controvertida Guerra de Categoría 2, de similar lógica kantiana pero de distinta filosofía política de la Guerra de Categoría 3: la guerra popular o guerra de liberación nacional que Vietnam del Norte desencadenó sobre el gobierno de Vietnam del Sur, y cuya intención profunda era la creación de un nuevo orden social.

Este juego de “tableros paralelos” generó una situación clásica de estancamiento (stalemate) estratégico, al cual agravaban dos variables agregadas: a) la persistente ausencia de sustentabilidad institucional en Vietnam del Sur, y b) el fracaso de la campaña de bombardeo estratégico en Vietnam del Norte para lograr el colapso de la estructura del estado y la disrupción social.

La primera variable había sido la principal causa eficiente para la intervención de los EE. UU. en 1965, la descripción de la situación en Vietnam del Sur como “una guerra civil dentro de una guerra civil” (McNamara, 1995: 170), según MacGeorge Bundy; [21] la segunda provenía de las evaluaciones especializadas sobre la situación político-militar en Vietnam del Sur y los efectos de los bombardeos en Vietnam del Norte realizadas por el equipo especial de la CIA bajo la dirección de Richard Helms y elevadas al presidente como informes especiales, Estimaciones Nacionales de Inteligencia (NIE: National Intelligence Estimate). Entre 1964 y 1965, el inicio de la escalada de la intervención militar de los EE. UU. en Vietnam constituyó un proceso complejo: cuando Johnson asumió la presidencia tras el asesinato de Kennedy, Vietnam no estaba en la agenda de sus prioridades estratégicas. Su proyecto de bienestar económico, la “Gran Sociedad” y los problemas estratégicos en el nivel de la disuasión nuclear con la URSS eran sus ideas dominantes (Neustadt y May, 1986); McNamara y los “kennedistas”, el gabinete que llevaba Vietnam, junto a los Jefes de Estado Mayor lo introdujeron en la dura realidad. Y, de alguna manera, se sumaron tres problemas: el esquema de conflicto en ambiente viscoso de Vietnam, la lógica utilitarista de McNamara, y la compleja mentalidad decisional de Johnson.

 

3.3. La perspectiva de los autores franceses sobre la guerra revolucionaria

Autores militares franceses como Charles Lacheroy, [22] Jacques Hogard, Paul Ausseresses y Roger Trinquier [23] fueron quienes dieron nivel de paradigma estratégico a la experiencia obtenida en operaciones durante las guerras de Indochina y Argelia.

No obstante, ni Charles Lacheroy ni Roger Trinquier formularon una teoría general, previa al modelo estratégico contrainsurgente,Los analistas estadounidenses de la Corporación Rand definen a la teoría desde una posición epistemológica positivista, y distinguen las codificaciones de técnicas de acción concretas, como las contenidas en el Small Wars Manual de los Marines, y los modelos de respuesta operacional, como el de Roger Trinquier, de las teorías generales de amplia base empírica, tales como HAM y “Costo-Beneficio”. [24] tal como la entendían los analistas estadounidenses que trabajaban en el tema desde 1952. Otro autor militar francés, menos conocido en nuestro medio, fue quien más se aproximó a la construcción de una teoría sustantiva sobre el tema, y quién, desde la reflexión de su experiencia en Argelia, ejerció una calificada docencia en ámbitos especializados de los EE. UU.: tal el caso de David Galula. [25]

Aunque la experiencia francesa fue estudiada con atención, el Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU. (USMC) disponía de una proto-teoría sobre contrainsurgencia anterior a la intervención de EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial.

En 1940 entró en vigencia un reglamento para el USMC, titulado Manual de Pequeñas Guerras (Small Wars Manual), [26] que en 400 paginas codificaba concretos procedimientos operacionales para guerra irregular y contrainsurgencia, en condiciones propias de los procesos de guerra colonial. El mismo fue reeditado en 1972, cuando comenzaba la retirada de la masa de fuerzas desplegadas en Vietnam del Sur.

Las teorías centrales de contrainsurgencia, que se tradujeron en ensayos estratégico-operacionales concretos, desarrolladas en ámbitos especializados estadounidenses fueron producidas entre 1952 y 1970. En ellas están subsumidas tanto la experiencia de las guerras coloniales francesas, como la estrategia exitosa de los británicos en Malasia.

La defensa de Tonkin en 1951, efectuada por el General Jean de Lattre de Tassigny, con la asistencia en su Estado Mayor del General Raoul Salan y del (entonces) Coronel André Beaufre (Goya, 2007), y la Batalla de Argelia entre 1956 y 1958 son actualmente estudiados como casos exitosos. Asimismo, la conducción británica, ante la llamada “emergencia Malaya” (actual Malasia), constituye un referente específico de la respuesta regional en donde fueron derrotadas estrategias insurgentes, en el marco de los procesos de guerra revolucionaria, a escala regional del Sudeste Asiático, iniciados en Malasia, Birmania, Indonesia y Filipinas.

3.4. Los modelos de ISA-ARPA-RAND en Vietnam

Ninguna producción francesa efectuada entre 1954 y 1970 se aproxima al concepto de teoría de contrainsurgencia, tal como la que los EE. UU. disponían desde 1952, caso de la denominada Teoría Corazones y Mentes ( Hearts and Minds : HAM).

La perspectiva estadounidense parte de la premisa según la cual las teorías de contrainsurgencia deben diferenciarse de las codificaciones de procedimientos tácticos u operacionales, enunciadas tanto en el precursor Manual de Pequeñas Guerras de 1940 (reeditado en 1972), o de las visiones francesas para responder a la guerra revolucionaria, [27] según las concepciones de Lenin, [28] Mao y Giap, conexas a sus experiencias en Indochina y Argelia.

Los analistas de la Corporación Rand definen la teoría desde una posición epistemológica dentro del paradigma del empirismo lógico, y distinguen las codificaciones de técnicas de acción concretas, como las contenidas en el Small Wars Manual de los Marines, y los modelos de respuesta operacional como el de Roger Trinquier, de las teorías generales de amplia base empírica, tales como HAM y “Costo-Beneficio”.

Entre 1957 y 1965 dos clases de escenarios obsesionaban a los analistas de la Corporación RAND. El “Escenario del Armagedón Mayor”, referido a una guerra nuclear con la URSS, [29] y los “Escenarios del Armagedón Menor”, inherentes a los teatros de guerras limitadas e irregulares en la periferia del sistema internacional. A estos últimos daban respuesta las teorías de contrainsurgencia: HAM (Hearts and Minds) y “Costo-Beneficio” (Long, 2006). Para profundizar la investigación conducente a medidas efectivas de contrainsurgencia orientadas a entender la estructura social, cultural y conductas de la población rural, considerada como blanco de la insurgencia en el Sudeste Asiático, dentro de ARPA se creó el Proyecto AGILE que trabajó de forma paralela a las investigaciones de la RAND.

3.4.1. El modelo HAM

La Teoría Hearts and Minds (HAM) fue producida en el Centro de Estudios Internacionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts entre 1950 y 1960, por pedido y bajo financiamiento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La denominación deriva del estudio de la experiencia británica en Malasia, en la que el éxito se debió, según criterio de Sir Gerald Templer, [30] a que el esfuerzo de contrainsurgencia ganó los “corazones y las mentes” (hearts and minds) de la población.

La tesis de HAM propone a la acción contrainsurgente como una forma de respuesta al problema de la modernización de estructuras para el desarrollo económico, dentro del contexto histórico de los procesos de descolonización. Los casos concretos analizados fueron los de los países del Sudeste Asiático, blancos de las insurgencias interpretadas por los analistas estadounidenses en la perspectiva de la temprana Guerra Fría: Birmania, Malasia, Indonesia, Indochina y Filipinas (Thompson, 1969).

La teoría HAM (Long, 2006) consideraba que las condiciones de las economías rurales subdesarrolladas, poblaciones campesinas aisladas de grandes centros urbanos y estructuras sociales tradicionales eran el objetivo de las organizaciones insurgentes. La respuesta daba prioridad a las políticas de modernización y desarrollo económico. En este sentido la tesis Rostow, [31] en convergencia con la tesis Huntington, [32] contribuyeron al marco teórico del modelo HAM, que los EE. UU. aplicaron en Vietnam entre 1961 y 1965, como respuesta al concepto de guerra popular desarrollado por el Politburó Norvietnamita.

Los conceptos centrales de HAM, modernización y desarrollo económico, son reconocibles en la aplicación latinoamericana de la teoría, impulsada por las Administraciones Kennedy-Johnson, y expresada en las directrices para la seguridad continental del secretario de Defensa Robert McNamara. [33] En Vietnam se manifestaron en el Programa Aldeas Estratégicas (Strategic Hamlets Program) que continuó hasta 1968 en combinación con cursos de acción propios de otros modelos más agresivos, como el Proyecto Phoenix y el sistema CAP (Combined Action Platoons), operaciones tácticas según el principio de expansión circular como una “mancha de tinta” (inkblot) (Arreguin-Toft, 2005), dentro del principio de “búsqueda y destrucción”.

 

3.4.2. El modelo “costo-beneficio”

En el ámbito de la Corporación Rand se inició, en 1958, el Proyecto Sierra. [34] En el mismo intervinieron equipos de analistas que, sobre la base del estudio de los casos de guerras limitadas en Corea e Indochina, exploraron la posibilidad de proliferación de las mismas. Como metodología se desarrollaron sets de juegos de guerra y técnicas de simulación, prestándose especial atención a la experiencia de Francia y su guerra semi-convencional en Indochina.

En 1961 el Proyecto Sierra se manifestó concordante con la nueva política de defensa, la Respuesta Flexible, constituyendo la base de los “escenarios del Armagedon menor”. En el mismo se habían destacado los analistas Guy Pauker, George Tanham y Stephen Hosmer, [35] que como Asistente del Secretario de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional (ISA) fundó la Agencia de Proyectos e Investigaciones Avanzadas (ARPA: Advanced Research Project Agency), nexo entre la Corporación RAND y el Pentágono.

En el marco ISA-RAND-ARPA se desarrolló la teoría de contrainsurgencia denominada “costo – beneficio” entre 1965 y 1970, aplicada durante la intervención militar masiva de EEUU en Vietnam. Sus autores fueron Charles Wolf Jr. y Nathan Leites (1970).

La nueva postura comenzaba con un cuestionamiento a la teoría HAM y a la validación de sus premisas centrales. Wolf (1965) sostenía que desde el punto de vista operacional el movimiento insurgente no necesitaba el apoyo popular, sino la continuidad de ciertos inputs (de suministros) a un costo razonable. La insurgencia era concebida como un sistema, que se alimentaba de inputs endógenos y exógenos tales como población, materiales, información, recursos etc. Su mecanismo de conversión implicaba producción, funciones, logística y operaciones; sus ouputs eran las actividades concretas dirigidas contra la autoridad del estado en disputa.

La confrontación a la insurgencia es entendida como una guerra de sistemas. La estrategia contrainsurgente, en el modelo Wolf-Leites, debe apuntar a los inputs de la insurgencia, hacer que el costo de los mismos supere ampliamente la expectativa de beneficio. En esta lógica, la propuesta de HAM de mejorar las condiciones de modernización y desarrollo económico de la población contribuiría a asegurar los inputs de la insurgencia, invirtiendo el propósito de derrotarla.

La teoría costo-beneficio constituía una respuesta economicista al postulado de Mao, al que adherían tanto Giap como Truong Chinh, según el cual la guerrilla insurgente debía “moverse en el medio social como el pez en el agua”; la respuesta contrainsurgente apuntaba a “secar el río y capturar al pez”. Dicho modelo COIN se manifestó en las operaciones Attleboro en su fase I (septiembre-octubre de 1965), Cedar Falls (enero de 1967) y Junction City (febrero a mayo de 1967). El Programa Phoenix, orientado a la decapitación del liderazgo, y a la evisceración de las estructuras y redes de informantes del FLN y el Viet Cong, implicó un curso de acción de alta efectividad en el contexto del modelo costo-beneficio. En 1968, las bajas norvietnamitas durante la ofensiva del Tet, y los efectos del Programa Phoenix, fueron evaluados como una situación de catástrofe por Hanoi, los sobrevivientes diezmados y desorganizados buscaron refugio en Camboya. En 1968, este cuadro de situación generó las condiciones para explorar un marco de negociaciones entre EE. UU. y Vietnam del Norte, que, tras varios contactos secretos, [36] se concretaron en los años siguientes (Kissinger, 1969).

En 1967, el General W. Westmoreland había afirmado ante el Congreso de los EE. UU. que la guerra en Vietnam estaba “militarmente ganada” (Kissinger, 1969: 117). Paradójicamente, la ofensiva del Tet fue evaluada como una derrota por parte del Politburó norvietnamita y como un fracaso estratégico por parte de la Administración Johnson. [37] El abordaje especializado de Nagl (2005) considera que dicha ofensiva implicó el reconocimiento de la inefectividad de la estrategia de “attrition” (desgaste) desarrollada durante tres años por Westmoreland y la necesidad de un re-direccionamiento. Las elites políticas manifestaron su crítica explícita, entre ellos Henry Kissinger (1969) recién designado como Asesor de Asuntos de Seguridad Nacional por el Presidente Richard Nixon, quien había participado como intermediario a pedido de la Administración Johnson para iniciar, a través de contactos en Francia, las negociaciones con Vietnam del Norte.

La combinación de un modificado curso de acción de guerra convencional con algunos aspectos del modelo “Costo-Beneficio”, estaba en plena aplicación cuando la Administración Nixon comprobó que la situación estratégica que había dado contexto de justificación a la intervención militar en el Sudeste Asiático (Laos, Vietnam, Camboya) se había modificado, y que las variables macroeconómicas del potencial de guerra de los EE. UU. estaban en crisis. [38]

 

3.4.3. La “matriz de capacidades” del General Goodpaster

La flexibilización de la estrategia operacional estadounidense, tras la llegada del General Creighton Abrams al USCOMMACV, es evaluada como una rehabilitación parcial de las tácticas COIN en combinación con los procedimientos de guerra convencional (Nagl, 2005).

La nueva estrategia profundizó los efectos de derrotas tácticas del FLN/Viet Cong y de las fuerzas regulares de Vietnam del Norte, derivadas de tres variables negativas: alto nivel de bajas generadas tras la Ofensiva del Tet; alto nivel de bajas causadas por el Proyecto Phoenix; y alto nivel de desorganización de la infraestructura de apoyo del FLN/Viet Cong en Vietnam del Sur, especialmente en la zona del Delta del Mekong. El efecto concurrente de estas tres variables fue la dispersión de las guerrillas comunistas hacia los santuarios en Camboya.

La nueva estrategia, asociada al liderazgo del General Abrams (Arreguin-Toft, 2005), explotó exitosamente este cuadro de situación, y la extensión de los bombardeos a los santuarios del Viet Cong en Camboya, acompañó el progreso, tortuoso, de las Negociaciones de París entre la Administración Nixon y el Gobierno de Vietnam del Norte.

La “matriz de capacidades” realizada por el General Andrew Goodpaster[39] (Nagl, 2005: 170), subordinado al General Abrams, permite efectuar una descripción de la nueva estrategia donde se desarrollaron operaciones coordinadas en tres niveles:

  1. En el nivel del ataque a la infraestructura del FLN/ Viet Cong actuaron los equipos RD (Revolutionary Development: Desarrollo Revolucionario) bajo dirección de la CIA, [40] y las PFF (Police Field Force: Fuerzas Policiales de Campo) asesoradas por la USAID (Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional).
  2. En el nivel del combate a las guerrillas del FLN/VC operaron los CORDS y el ARVN. Los CORDS eran los equipos de Operaciones Civiles de Apoyo al Desarrollo Revolucionario que fueron creados por iniciativa de Robert Komer; y eran producto de una interacción entre la CIA, la USAID, la USIA, el Departamento de Estado y la Casa Blanca, que operó en 44 provincias y 250 distritos de Vietnam del Sur entre 1967 y 1971. El Programa Phoenix, dirigido por William Colby desde la estación de la CIA en Saigón, fue subsumido en el CORDS, y ambos se ubicaron bajo jurisdicción del COMUSMACV (el Comandante de todas las Fuerzas de los EE. UU. en Vietnam del Sur). Estos dos niveles fueron denominados en la Casa Blanca como “la otra guerra” (“the other war”) (Long, 2006: 2), (Nagl, 2005: 165) (Jones, 2005: 104), su objetivo era la pacificación mediante una estrategia población-céntrica, que desarticulara la infraestructura y las capacidades de la insurgencia.
  3. En el nivel de combate entre fuerzas principales, las unidades de las Fuerzas Armadas de los EE. UU. en combinación con el ARVN enfrentando al Ejército de Vietnam del Norte.

En conjunto, la nueva estrategia del General Abrams dio lugar a un documento del MACV titulado “One War: MACV Command Overview, 1968-72” (Nagl, 2005). Tal el nuevo concepto que unificaba la guerra convencional con los cursos de acción de guerra irregular, y sus expresiones en contrainsurgencia.

El ARVN nunca se repuso de los efectos de la Ofensiva del Tet, pero la nueva estrategia del General Abrams, la guerra convencional combinada con los cursos de acción de la “otra guerra”, puso al FLN/VC al borde de una derrota total. El nivel de presión de estas dos variables del poder de fuego de las fuerzas militares estadounidenses determinó la actitud negociadora, aunque tortuosa, de Hanoi.

3.4.4. Las “analogías problemáticas” y los aprendizajes institucionales

Muchos autores compararon el estancamiento estratégico estadounidense con la derrota francesa de 1954, y en esa perspectiva interpretaron la parálisis de la contrainsurgencia ante las guerras de liberación nacional. Pero entre ambas situaciones existían significativas diferencias. Neustadt y May (1986: 115), en una obra clásica, prescriben evitar “análogos problemáticos”, refiriéndose al Memorándum de McGeorge Bundy titulado “Francia en Vietnam, 1954 y los Estados Unidos en Vietnam, 1965: ¿una analogía útil?”, que fue elevado al Presidente Johnson el 30 de junio de 1965.

El Ejército Francés, en el que se desarrolló la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria, era una institución afectada por una severa y prolongada crisis. La misma derivaba de una continuidad que giraba en torno al eje histórico de las derrotas de 1870, 1940 y 1954, y a la institución que las mismas modelaron (Kyer West, 1973).

El caso de los EE. UU. fue diferente: las instituciones militares impulsaron un examen de errores y la revisión profunda de las doctrinas estratégico-operacionales. En dicho proceso, la guerra irregular y, dentro de sus manuales de campo, la contrainsurgencia continuaron en la periferia del pensamiento militar durante las tres décadas siguientes, eclipsadas por las doctrinas de guerra convencional y sus conceptos, la “Defensa Activa”, en los ’70, seguidas del “Campo de Batalla Extendido” y la “Batalla Aero-Terrestre”, en los ’80 y ‘90.

En los ’80, los pilares doctrinarios estaban contenidos en los manuales FM 100-5 (Air-Land Battle), la Batalla Aero-Terrestre concebida para una guerra en el frente central de la OTAN contra las fuerzas de la URSS y el Pacto de Varsovia, que fuera puesta en práctica por el Comando Central de los EE. UU. en las operaciones Desert Shield y Desert Storm contra las fuerzas de Saddam Hussein en 1990/91, y el FM 100-20 sobre Conflictos de Baja Intensidad, aplicado en escenarios de América Central y el Caribe.

Tras los ataques del 11-S, y en el complejo escenario de la Guerra Global contra el Terrorismo, renació el escenario que condujo a la formación de un “brain trust”, una nueva comunidad de contrainsurgencia y el regreso de la “otra guerra”, acompañando a las operaciones Enduring Freedom e Iraqui Freedom. El esfuerzo realizado para adaptarse a los escenarios de guerra irregular en Irak y Afganistán dio lugar a una narrativa neoclásica de contrainsurgencia, codificada en el reglamento FM 3-24, [41] redactado en el Comando de Armas Combinadas por un equipo del Ejército y del Cuerpo de Marines. El equipo, reunido por los generales David Petraeus y James Mattis, fue dirigido por el Profesor Conrad Crane e integrado por especialistas como Frank Hofmann, [42] John Nagl, David Kilcullen, Sarah Sewall, entre otros estudiosos de los nuevos paradigmas de la guerra, propios de lógicas post-kantianas y no kantianas.

 

4. Conclusiones

La intervención de los EE. UU. en la “Segunda Guerra de Indochina”, en el Sudeste Asiático con operaciones militares en Vietnam, Laos y Camboya, comprende un extenso período entre 1950 y 1973/75. Cinco administraciones gubernamentales participaron en dichas intervenciones, en el escenario global de la Guerra Fría contra la URSS y sus aliados, y dentro de la lógica de las estrategias derivadas de la política de la Contención.

Durante la Administración Truman, las “contrafuerzas” de la Contención tuvieron centro de gravedad en las aplicaciones concretas de la Doctrina Truman, el Plan Marshall, el puente aéreo para quebrar el bloqueo militar soviético sobre Berlín, la creación de la OTAN, el “Plan Marshall para Japón” y la respuesta militar a la agresión de Corea del Norte que condujo a la Guerra de Corea (1950-1953). La creación del Grupo de Asistencia y Asesoramiento Militar (MAAG) puede interpretarse como una periférica y limitada forma de prevención, para responder a una potencial agresión de la URSS y la República Popular China por medio de las fuerzas del Vietminh, sobre Indochina Francesa y por los partidos comunistas armados, en insurgencia sobre el Sudeste Asiático en general. Entre 1950 y 1954, el MAAG se compuso de cuatro asesores militares.

En el período de la Administración Eisenhower (1953-1960), y especialmente tras la derrota y retirada francesa después de la batalla de Dien Bien Phu (1954), la amenaza a las políticas de contención, cuya manifestación multilateral regional era la Organización del Tratado del Sudeste Asiático, fue graficada con alto impacto por la “teoría del dominó”, y la expectativa de los Jefes del Estado Mayor Conjunto advertía sobre la necesidad de planificar las contingencias de una potencial guerra convencional limitada, análoga a la Guerra de Corea. La coherencia que demandaba la política de límites al presupuesto de defensa y la estructura del mismo, tal como lo expresaba el concepto de la Represalia en Masa, fueron los fundamentos para la negativa del Congreso a implementar una intervención militar abierta en Indochina Francesa, antes y después de Dien Bien Phu. Las decisiones de la Administración Eisenhower, tras los Acuerdos de Ginebra, se limitaron a autorizar un incremento de 4 a 346 asesores en el MAAG y a organizar redes clandestinas para operaciones encubiertas en apoyo de Vietnam del Sur.

El período de las Administraciones Kennedy-Johnson, en función de las aplicaciones de la Contención y la Respuesta Flexible en Vietnam, puede diferenciarse en dos fases.

En la primera fase de 1961 a 1963, la Administración Kennedy incrementó el apoyo al gobierno de Vietnam del Sur mediante el despliegue de Fuerzas Especiales, el modelo HAM de contrainsurgencia y la preparación de la base de operaciones de la CIA en Saigón. El MAAG fue potenciado con 16.000 efectivos, en asesoramiento directo a las unidades del ARVN que ya combatían abiertamente contra el FLN/VC y unidades regulares del Ejército de Vietnam del Norte.

La segunda fase, entre 1964 y 1968, tiene dos momentos. Tras el asesinato de Kennedy, Johnson recibe un cuadro de situación que varios autores califican de “guerra secreta” en Vietnam, de la cual el nuevo presidente desconocía la magnitud y detalles del compromiso. La Respuesta Flexible implicaba presupuestos que permitieran el planteo de una guerra limitada en apoyo de Saigón contra Vietnam del Norte, y el concepto Dos Guerras y Media habilitó a la Administración a sostener capacidades de disuasión nuclear global, disuasión convencional para afrontar dos guerras principales, en el frente de la OTAN en Europa, y en la Península de Corea, además de una “media guerra” una guerra convencional limitada en Vietnam. En el primer momento, entre noviembre de 1963 y 1964, Vietnam estaba fuera de las prioridades de la gran estrategia de la Administración Johnson. En el segundo momento, entre 1965 y 1968, comenzó la escalada, la intervención militar masiva y una estrategia de desgaste (attrition) contra el Viet Cong y el Ejército de Vietnam del Norte. La Contención combinada con la Respuesta Flexible fueron condición necesaria de la escalada en Vietnam.

Las categorías que permiten explicar las conductas de las administraciones Truman, y especialmente las administraciones Eisenhower y Kennedy-Johnson, y los grados de intensidad de las intervenciones en Indochina Francesa y Vietnam son dos creencias dominantes en las narrativas y consensos estratégicos, generados en la estructura estatal integrada por la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, la Junta de Jefes de Estado Mayor y la comunidad de inteligencia:

  1. a) La creencia de una estrategia global de dominación sobre Eurasia combinada entre la URSS y la República Popular China.
  2. b) La creencia en la factibilidad del efecto dominó sobre el Sudeste Asiático después de la derrota francesa: por efecto proactivo de una agresión de Vietnam del Norte, si cae Vietnam del Sur, caería en manos del comunismo todo el Sudeste Asiático, desde Birmania hasta Singapur, Filipinas y Borneo.

Este contexto fundamentó los diagnósticos de la intervención limitada y de la escalada general, tras el incidente del Golfo de Tonkin y el envío de grandes unidades de combate del Ejército de Vietnam del Norte a Vietnam del Sur entre 1963/65.

Cuando la Administración Nixon tomó el control de la guerra en Vietnam en enero de 1969, el Departamento de Defensa, la Junta de Jefes de Estado Mayor, el CINCPAC y el COMUSMACV planificaban, coordinaban y conducían operaciones de 542.000 efectivos militares desplegados en Vietnam del Sur. En esa situación, las creencias habían cambiado, y la inteligencia estratégica estadounidense permitió la construcción de un nuevo diagnóstico que dio lógica al desengagement de los Estados Unidos en Vietnam.

Los temas centrales de la estrategia electoral de John F. Kennedy en función de las elecciones de 1960 fueron la reactivación económica y el logro de un salto cuantitativo y cualitativo en la política de defensa. Ambas cuestiones estaban estrictamente correlacionadas. Del programa de gobierno de Kennedy se destacaron tres categorías: aumento del gasto público, aumento de los gastos de defensa y ajuste de la estimación de las amenazas de la URSS y China, en el marco de la Guerra Fría. La Respuesta Flexible fue resultado de la expansión del presupuesto de defensa y de un reparto equilibrado del mismo.

La nueva política implicó estímulos para la producción de armas nucleares diversificadas y sistemas de armas convencionales para tres tipos de guerra: convencional de alta intensidad, convencional limitada y guerra irregular, y en esta especificidad se potenciaron las Fuerzas Especiales y los modos de acción para operaciones de contrainsurgencia.

La Respuesta Flexible, que implicaba un consenso entre la sociedad, la estructura decisional con vértice en la Casa Blanca, y el Congreso, permitió la posibilidad de intervención positiva en los niveles de acción subnucleares, adaptándose al desafío de las guerras de liberación nacional impulsadas por la URSS, principalmente en la periferia de Eurasia, el Sudeste Asiático y Vietnam.

La escalada militar, gradual entre 1961 y 1964 y acelerada entre 1965 y 1968, conectó a la economía de producción para la defensa de los EE. UU. con el Teatro de Operaciones en Vietnam. En este escenario, la respuesta militar dominante fue la de la guerra convencional limitada y la estrategia de desgaste (attrition), asociada al comando en el MACV del General William Westmoreland.

Los modelos de contrainsurgencia HAM y “Costo-Beneficio” generados en los gabinetes de cientistas sociales de ISA, ARPA y la Corporación RAND, según la bibliografía especializada, nunca fueron aplicados en su totalidad, y sus resultados positivos se registraron cuando la COIN se desarrolló en combinación con iniciativas como CORDS y el Programa Phoenix, junto a la nueva estrategia de guerra convencional implementada por el General Creighton Abrams, al frente de COMUSMACV, y su segundo, al mando el General Andrew Goodpaster.

Los tres niveles de la “matriz de capacidades” del General Goodpaster fueron la respuesta adaptativa a la Guerra de Categoría 3, desarrollada por los estrategas de Vietnam del Norte. Hasta ese momento, el juego estratégico se desplegaba en “tableros paralelos”. La proporcionalidad, norma que McNamara consideraba crucial para el manejo de crisis y conflictos, estaba en contradicción con el enfoque jominiano de la estrategia de desgaste, y búsqueda y destrucción de las operaciones, bajo el comando del General Westmoreland, y ninguna de las dos tenía correlación lógica con la Guerra de Categoría 3 o de Liberación Nacional norvietnamita.

Los modelos COIN, por su parte, se referenciaban en un marco teórico cercano a los paradigmas del individualismo metodológico y la teoría de la elección racional, cuyas bases empíricas funcionaban en los gabinetes de juegos de guerra, pero mostraron graves disfuncionalidades al ser empleadas en los escenarios reales de la guerra. Las excepciones se dieron cuando los mismos se desarrollaban conjuntamente a operaciones proactivas de decapitación de las estructuras de liderazgo del FLN/VC, y en la evisceración de su estructura radial de inteligencia.

El legado de dichos modelos, no obstante, fue relevante para la elaboración de las nuevas doctrinas de contrainsurgencia y conflictos híbridos, ante los desafíos de las nuevas formas de la guerra en el siglo XXI.

 

 

Referencias Bibliográficas

Aron, R. (1976). Penser la Guerre, Clausewitz (I L’age européen). Paris: Gallimard.

Arreguin-Toft, I. (2005). How the Weak Win Wars. A Theory of Asymmetric Conflict. Cambridge: University Press.

Beaufre, A. (1979). La guerra revolucionaria. Buenos Aires: Almena.

-------------. (1973). Estrategia de la acción. Buenos Aires: Pleamar.

Cohen, E.A. (1984). “Constraints on America’s Conduct of Small Wars”. International Security, (9: 2, 151-181).

Cole, H.L. (1973). Estudios estratégicos desde 1945 era de la ultrarreflexión. Military Review. (LIII: 4), 3-17.

Donnelly, C.H. (1959). La evolución del pensamiento militar estratégico de los Estados Unidos. En: Military Review. (XXXIX: 7), 13-27

Frasch, C.A. (1994). La paz en crisis. Buenos Aires: Instituto de Publicaciones Navales.

Galula, D. (1963). Pacification in Algeria. Santa Monica Ca: Rand.

Giap, Vo N.. (1976). Dien Bien Phu. Madrid: Fundamentos

Goya, M. y Francois, P. (2007). The Man Who Bent Events: King John in Indochina. Military Review, september-october. (LXXXVII), 52-61

Goyret, J. T. (1979). Estudio preliminar a la obra del Gral. André Beaufre. La guerra revolucionaria. Buenos Aires: Almena, pp. 7 a 39.

Hamilton, D.W. (1998). The Art of Insurgency: American Military Policy and the Failure of Strategy in Southeast Asia. Wesport: Praeger.

Hamon, L. (1969). Estrategia contra la guerra. Madrid: Guadarrama.

Hosmer, S. T. y Crane, S. (1962, 2006). (coords) Counterinsurgency. A Symposium. Santa Monica Ca: Rand.

Jacobs, W.D. (1962). Guerras de liberación. Military Review. (XLII: 7), 48-56.

Jones, F. (2005). Blowtorch: Robert Komer and the Making of Vietnam Pacification Policy. Parameters (Autumn, 2005: 103-118).

Kauffman, A.J. (1968). “Guerras de liberación nacional”. Military Review (XLVIII: 10). 33-46.

Kaufmann, W. W. (1967). La estrategia de McNamara. Buenos Aires: Sopena.

Keegan, J. (1975). Dien Bien Phu. Madrid: San Martín.

Kennan, G.F. (1969). Memoirs 1925-1950. New York: Bantam.

---------------- (1947). The Sources of Soviet Conduct. Foreign Affairs, (25: 4), 566 – 582.

Kennedy, P. (1994). Auge y caída de las grandes potencias. Barcelona: Plaza y Janés.

Kissinger, H.A. (1979)- Mis memorias. Los años en la Casa Blanca. Buenos Aires: Atlántida.

-----------------. (1971). Política Exterior Americana. Barcelona: Plaza y Janés.

Krepinevich, A. (1986). The Army and Vietnam. Baltimore: Johns Hopkins.

Kyer West, W. (1973). Los franceses en el 58. Military Review, (LIII: 4), 85-98.

Leites, N. y Wolf, C. (1970). Rebellion and Authority: An Analytic Essay on Insurgent Conflicts. Santa Monica Ca: Rand (R – 462 – ARPA).

Long, A. (2006). On “Other War”. Lessons from Five Decades of RAND Counterinsurgency Research. Santa Monica Ca: Rand.

Mack, A. J. (1975). Why Big Nations Lose Small Wars: The Politics of Asymmetric Conflict. World Politics. (27: 2), 175 – 200.

McNamara, R.S. (1995). In Retrospect. The Tragedy and Lessons of Vietnam. New York: Random House.

-------------------- (1969). La esencia de la seguridad. Barcelona: Grijalbo.

Nagl, J.A. (2005). Learnig to It Soup with a Knife. Counterinsurgency Lessons from Malaya and Vietnam. Chicago: The University of Chicago Press.

Neustadt, R. y May, E. (1986). Los usos de la Historia en la toma de decisiones. Buenos Aires: GEL.

Pike, D. (1986). PAVN: People’s Army of Vietnam. New York: Da Capo Press.

--------- (1975). Guerra del Vietnam. En: Kernig, C.D. (Dir). Marxismo y Democracia (pp. 54-73). Madrid: Rioduero.

--------- (1966). Viet Cong: The Organization and Techniques of the National

Liberation Front of South Vietnam, Cambridge: M.I.T. Press.

Rostow, W.W. (1974). Las etapas del crecimiento económico. México: FCE.

------------------ (1962). Los Estados Unidos en la palestra mundial. Madrid: Tecnos.

Sheehan, N. et.alt., eds. (1971). Los Documentos del Pentágono. El “Informe McNamara” (Edición The New York Times). Barcelona: Plaza y Janés.

Skocpol, T. (1984). Los Estados y las Revoluciones Sociales. México: FCE.

Strausz-Hupé, R. (1944). Geopolítica. La lucha por el espacio y el poder. México: Hermes.

Thompson, R. (1971). Guerra Revolucionaria y Estrategia Mundial 1945 -1969. Buenos Aires: Paidós.

Trinquier, R. (1981). La Guerra moderna. Buenos Aires: Cuatro espadas.

--------------- (1964). Modern Warfare: A French View of Counterinsurgency. New York: Praeger.

US Marine Corps. (1972). Small Wars Manual. Washington DC: USGPO. [Reeditado]

Wolf, C. (1965). Insurgency and Counterinsurgency. New Miths and Old Realities. Santa Monica: Rand.

 

 


1 Los contenidos núcleos de la Contención fueron expuestos por George Kennan en tres piezas documentales básicas: El memorándum redactado en 1944, titulado “Rusia Seven Years Later”. El mensaje telegráfico desde Moscú, del 22 de febrero de 1946, documento central para el estudio de la Contención. El artículo publicado en Foreign Affairs, en julio de 1947, titulado “The Sources of Soviet Conduct” (“Las fuentes de la conducta soviética”). El memorándum “Russia Seven Years Later” y el “Extenso Telegrama” del 22 de febrero de 1946 se reproducen en: Kennan, G.F. (1969), Anexos A y C. Los contenidos centrales del telegrama clasificado fueron publicados en el histórico ensayo escrito por Kennan (1947) con el pseudónimo X “The Sources of Soviet Conduct”. Foreign Affairs, (25: 4), 566 – 582.

2 El memorándum del 7 de abril de 1950, producido por la Dirección de Planificación Política (Policy Planning Staff) del Departamento de Estado, titulado “United States Objetives and Programs for National Security” conocido como NSC-68 fue el documento en el que se proponía un sustancial incremento del presupuesto de defensa para afrontar los desafíos militares concretos ante las nuevas formas de confrontación propias de la temprana Guerra Fría. Rostow (1962: 259) lo definió como producto de una “compleja política burocrática que acompañó su evolución”. Los aumentos que se contemplaban variaban de 5.000 hasta 37.000 millones de dólares para afrontar amenazas de guerra total, guerras limitadas y ayuda económica. El NSC-68 realizaba un diagnóstico definiendo la actitud hostil de la URSS, y la amenaza de China tras la victoria del Partido Comunista en la guerra civil, proyectada sobre Asia Oriental, el Nordeste Asiático -afectando a Japón y Corea del Sur-, y el Sudeste Asiático. La producción del documento está asociada a Dean Acheson (Secretario de Estado) y a Paul Nitze (Director de Planificación Política), y aunque en términos generales complementa a la idea central de la política de Contención, el NCS-68 fue objetado por George Kennan (Kennan, 1969: 492).

3 Sobre el marco condicionante de la “Gran Ecuación” y la síntesis Dulles, el Presidente Eisenhower seleccionó tres directrices estratégicas, que competirían para la elección de la estrategia general a adoptar. La directriz A tenía como eje a la Contención tal como la había concebido inicialmente la Administración Truman, el jefe del equipo y expositor de las conclusiones fue George Kennan. La directriz B consistió en el trazo de un perímetro defensivo sobre zonas amenazadas, principalmente Formosa (Taiwán), el Sudeste Asiático y Medio Oriente, comunicando con claridad a la URSS que una violación del perímetro significaría la guerra total. La directriz C postulaba una estrategia ofensiva liminar, iniciada en una combinación de presiones políticas y económicas destinadas a quebrar la estabilidad del régimen soviético. La elección resultante fue una combinación de las directrices A y B. La diplomacia debía atender una rearticulación regional de la Contención, por medio de alianzas con países del Medio Oriente y del Sudeste Asiático, mientras que la conducción estratégico militar debía instrumentar una concentración de despliegues y capacidades, sobre el eje de las fuerzas nucleares. La idea central de la Represalia en Masa expresada por John Foster Dulles postulaba: “La decisión básica [ha sido tomada] de depender de una gran capacidad para vengarnos instantáneamente con los medios y sitios escogidos por nosotros. Ahora [nosotros] podemos reorganizar nuestro establecimiento militar para que se ajuste a nuestra política en lugar de tener que tratar de estar listos para enfrentarnos a las muchas opciones del enemigo. Esto permite una selección de medios militares en lugar de una multiplicación de los medios. Como resultado, ahora es posible lograr y compartir más seguridad básica a menos costo.” Como evaluación especializada remitimos a: Donnelly, C. H. (1959: 20). Registro documental en Dulles, John F. “The Evolution of Foreign Policy”, [Discurso en el Council on Foreign Relations, New York, Jan 12, 1954] Department of State Bulletin, pp. 107-108.

4 El Informe Final del Proyecto de Estudios Especiales de la Fundación Rockefeller (Rostow, 1962: 410), el Informe del Comité Gaither del Senado, y los libros de Henry Kissinger (Nuclear Weapons and Foreign Policy, 1957) de Robert Osgood (Limited War: The Challenge to American Strategy, 1957) y Oskar Morgenstern (The Question of National Defense, 1959), integraron un convergente esfuerzo analítico que fundamentaron las conclusiones sobre las vulnerabilidades de la Represalia en Masa. Los discursos del Senador John F. Kennedy y las apreciaciones profesionalmente calificadas de los generales Matthew Ridgway, James Gavin y Maxwell Taylor, constituyeron el eje visible político-militar de este movimiento. Como pieza final, el análisis del investigador de la RAND Corporation Albert Wohlstetter desarrolló un minucioso ejercicio teórico demostrando la ineficacia operacional de la Represalia en Masa, ver: Wohlstetter, Albert (1959) “The Delicate Balance of Terror”. Foreign Affairs, (37: 2) pp. 211 a 234. Todas estas perspectivas tuvieron como efecto conjunto generar las premisas de un nuevo concepto para la Política de Defensa: la Respuesta Flexible. Un excelente análisis de conjunto sobre el problema en: Coles, H.L. (1973).

5 El informe original, ordenado en 1967 por el Secretario de Defensa Robert S. McNamara, se titulaba United States – Vietnam Relations, 1945–1967: A Study Prepared by the Department of Defense, y se compiló en 49 volúmenes. El trabajo estuvo a cargo de un equipo dirigido por Leslie Gelb, designado por el propio McNamara. Este trabajo original fue desclasificado en el año 2011.

6 NCS Staff Study, December 1949, Pentagon Papers, I: 37-38.

7 Pentagon Papers, I: 471-472. Hay versión en castellano: “Informe del Comité Especial sobre la Amenaza del Comunismo”(Sheehan, 1971: 61-64).

8 Generalmente se atribuye la “Teoría del Dominó” al Secretario de Estado John Foster Dulles; pero Robert McNamara estableció con precisión que fue el Presidente Eisenhower el autor del concepto estratégico: “In April 1954, President Eisenhower made his famous prediction that if Indochina fell, the rest of Southeast Asia would ‘over very quickly’ like a ‘row of dominoes’” (McNamara, 1995: 31).

9 Las cifras proceden de distintas fuentes: Nagl (2005: 173, Fig. 7), Neustadt y May (1986: 116), Pike (1975), McNamara (1995), Sheehan/Documentos del Pentágono (1971: 558).

10 Arreguin-Toft (2005: 144) utiliza como fuente a las investigaciones cuantitativas de Singer y Small Correlates of War, 163.

11 En rigor, el concepto de “conflicto asimétrico” en la producción teórica estadounidense tiene su origen en la década de 1970. El término es utilizado por primera vez en referencia al modelo de Vietnam por Andrew Mack.

12 La historiografía especializada estadounidense y las fuentes documentales como los Documentos del Pentágono designan Army Republic of Viet Nam (ARVN) al Ejército de Vietnam del Sur.

13 Tal la denominación del conflicto en la Malasia británica entre 1948 y 1960, que finalizó con la derrota de la insurgencia del Ejército de Liberación Nacional Malayo, brazo armado del Partido Comunista Malayo.

14 Según Krepinevich y Nagl (2005), jominiana pura.

15 El General John Pershing fue el único en la Historia Militar de los EE. UU. en obtener el grado de General de los Ejércitos. A George Washington se le otorgó dicho grado de forma póstuma. El grado se otorgó por una ley especial y exclusiva, y aunque superaba al de General de Ejército que ostentaba cinco estrellas, el de General de los Ejércitos no implicaba seis estrellas, Pershing siguió luciendo las cuatro estrellas de General (ver: Roth, J.P 1966 “Las estrellas ¿Qué límite?”. Military Review, XLVI: 6: 99)

16 Ante el desafío del compromiso de EE. UU. con Saigón para responder a la amenaza de Hanoi, la recién instalada Administración Kennedy buscó en el Pentágono expertos en Asia Oriental, China y el Sudeste Asiático. Los principales especialistas “habían sido purgados durante la ‘histeria’ macarthista”, y el problema del Coronel Edward Lansdale, experto en COIN y operaciones encubiertas en la región, era su “inexperiencia geopolítica” (McNamara, 1995: 32). Lansdale fue ascendido, posteriormente, a General de Brigada.

17 Evitar la caída del gobierno de Vietnam del Sur a manos del FLN/VC y de las fuerzas militares de Vietnam del Norte y apoyar al ARVN.

18 Mariscal Chen Yi, Comandante del 3er Ejército Popular de Liberación durante la guerra civil, y a quien Mao designó Ministro de Relaciones Exteriores entre 1949 y 1971.

19 El FLN fue la organización político-militar principal en Vietnam del Sur (creado en diciembre de 1960), que respondía a Hanoi. La estructura política del FLN era el Partido Popular Revolucionario. El experto de la USAID, Pike (1975), sostiene que no debe confundirse el FLN con el Viet Cong (Vietnam Cong San, traducible como “comunistas unidos”). Los analistas de la Corporación RAND, Nagl (2005) y Arreguin-Toft (2005), mencionan al Viet Cong (VC), exclusivamente.

20 Como obras de Giap referimos Guerra Popular Ejército Popular, y principalmente; Giap, Vo Nguyen (1976) Dien Bien Phu. Madrid: Fundamentos.

21 Asesor de Asuntos de Seguridad Nacional de los presidentes Kennedy y Johnson entre 1961 y 1966.

22 Uno de los enfoques precursores en la materia fue el artículo de Lacheroy publicado como anónimo en Le Monde en agosto de 1954, titulado “La estrategia revolucionaria del Viet-minh” y el artículo del Grl L.M. Chassin “Du role ideologique de l’Armee”. En: Revue Militaire d’Information, nro 239, 10 de octubre de 1954, pp. 13 – 19. Los tres trabajos iniciales de Charles Lacheroy, publicados en plena Guerra de Argelia, fueron “Guerre révolutionaire ou révolution dans l’art de la guerre”, en: Revue de Défense Nationale [diciembre de 1956/enero de 1957]; “Guerre révolutionaire et pacification”, en: Revue Militaire d’Information [enero de 1957]; y “Tactique et Strategie de la guerre révolutionaire”, en: Revue Militaire d’Information [junio de 1958]. Ver: Goyret, José T. (1979) “Estudio preliminar” a la obra del Grl André Beaufre La guerra revolucionaria. Buenos Aires: Almena, pp. 7 a 39.

23 Ver: Trinquier, Roger (1964). Modern Warfare: A French View of Counterinsurgency. New York. Praeger.

24 Los analistas estadounidenses de la Corporación Rand definen a la teoría desde una posición epistemológica positivista, y distinguen las codificaciones de técnicas de acción concretas, como las contenidas en el Small Wars Manual de los Marines, y los modelos de respuesta operacional, como el de Roger Trinquier, de las teorías generales de amplia base empírica, tales como HAM y “Costo-Beneficio”.

25 Su obra referencial, cuidadosamente estudiada por especialistas civiles y militares estadounidenses y reeditada en el contexto de la revisión de la doctrina de contrainsurgencia ante el desafío de la guerra interna irregular en Irak y Afganistán, es: Galula, David (1963) Pacification in Algeria. Santa Monica Ca: Rand.

26 US Marine Corps Small Wars Manual. Washington DC: USGPO, 1972. El manual fue producido para confrontar con la guerrilla nacionalista filipina que, hasta 1942, era financiada por Japón y combatía contra los EE. UU. Tras la invasión japonesa la guerrilla filipina pasó a ser asistida por EE. UU. y a combatir contra la ocupación japonesa.

27 En este ensayo efectuamos un empleo condicional del concepto de “guerra revolucionaria” circunscribiéndolo al uso del mismo en los escritos militares de Mao, en los que se señala que en la historiano hay más que dos clases de guerras: las revolucionarias y las contrarrevolucionarias. El Politburó Nortvietnamita prefería los conceptos de “guerras de categoría tres” y “guerras de liberación nacional”.

28 Ver la doctrina sobre las “acciones de partisanos” en los tomos 9, 10 y 11 de las Obras Completas de Lenin.

29 La crítica a las estrategias de la Represalia en Masa, la teoría de la escalada, los modelos de la capacidad bilateral de segundo golpe y manejo de conflictos basado en la Teoría de los Juegos, generó una producción de papers y libros de autores como Roberta y Albert Wohlstetter, Herman Kahn, Andrew Marshall, William Kaufmann y Thomas Schelling (Premio Nobel de Economía en 2005).

30 El Mariscal Templer fue el Jefe Militar británico de derrotó a la insurgencia en Malaya (actual Malasia).

31 Ver: Rostow, W.W. (1974) escribió dicha obra en 1959 siendo profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que publicó su primera edición en inglés.

32 Nos referimos a la obra clásica de Samuel Huntington, El orden político en las sociedades en cambio, que, publicada en 1968, es concordante con aspectos de la teoría HAM.

33 Especialmente en el “Discurso de Montreal” de mayo de 1966, donde expresa una visión global de la guerra contrainsurgente, reproduciendo conceptos sobre modernización y desarrollo económico (McNamara, 1969: 153)

34 La fuente directa es: Paxson, Edwin W. (1958). The Sierra Project – A Study of Limited Wars. Presented to the Air Staff in Washington [B – 41]. (Long, 2006: 5).

35 Entre el 16 y el 20 de abril de 1962 Stephen Hosmer coordinó un simposio sobre contrainsurgencia en el que participaron especialistas militares estadounidenses y franceses. Entre los primeros se registra al General Edward Lansdale veterano jefe de operaciones encubiertas en Indochina Francesa, Filipinas y Vietnam del Norte (en el mismo se inspiró Graham Greene para componer el personaje central de su novela El americano impasible) y David Galula (Teniente Coronel de la Infantería de Marina francesa), veterano de Argelia. Ver: Hosmer, Stephen T. – Crane, Sibylle (1962, 2006) (coords.) Counterinsurgency. A Symposium. Santa Monica Ca: Rand.

36 Los mismos fueron iniciados concurrentemente por los secretarios Dean Rusk (Estado) y McNamara (Defensa) como parte de un proyecto cuyo nombre en código fue Pennsylvania. Los contactos reservados se efectuaron en París por intermediación de Henry Kissinger (asistente a la Conferencia Pugwash) y los franceses Herbert Marcovich y Raymond Aubrac (amigo de Ho Chi Minh desde 1946), a través del Cónsul de Vietnam del Norte en Francia Mai Van Bo (McNamara, 1995).

37 Los efectos del Tet en la opinión pública estadounidense fueron altamente negativos, y determinaron la decisión de Lyndon Johnson de no presentar su candidatura para las elecciones presidenciales en pos de una reelección. La ofensiva del Tet manifestó la vulnerabilidad del frente interno de los EE. UU., y la existencia de una “brecha de credibilidad” entre la sociedad y la Administración Johnson. El default estratégico también arrastró el desplazamiento del Secretario de Defensa Robert McNamara, quien renunció en febrero de 1968 con sentimientos en conflicto: “[…] pride, gratitude, frustration, sadness, and failure.” (McNamara, 1995: 316-17).

38 Paul Samuelson denominó a este escenario en la economía de EE. UU. como “inflación de Vietnam”.

39 El General Andrew Goodpaster había sido asesor especial del Presidente Eisenhower con oficina en la Casa Blanca, segundo del General Abrams en Vietnam (1968/69) y Supremo Comandante Aliado en Europa (SACEUR 1969-1974) en la OTAN. En 1980 desempeñó una misión especial en Buenos Aires, enviado por el Presidente James Carter ante el Gobierno de la Junta Militar.

40 Inicialmente fue designado el General Edward Lansdale como asesor jefe del proyecto en 1966, pero fue reemplazado por fricciones internas con la Embajada de los EE. UU. en Saigón. Finalmente, fue enviado con el cargo de asesor especial bajo orden directa del Presidente Johnson Robert Komer, DEPCORDS (Deputy of Civil Operations Revolutionary Development Support: Delegado para Operaciones Civiles de Apoyo al Desarrollo Revolucionario).

41 US Secretary of the Army (2006) FM 3-24 Counterinsurgency. Washington DC: USGPO.

42 Creador de la teoría de la Guerra Híbrida. Cf. Hoffman, Frank (2007) Conflict in the 21st Century: The Rise of Hybrid Wars. Potomac Institute for Policy Studies.